Dani tiene un problema. Más concretamente, dos, que le persiguen por el fondo de la calle. Pero, ¿si solo perdió un reloj, cómo es que ha llegado a esa situación? 24 horas antes era un tipo feliz, con trabajo, familia, y sin unos matones detrás intentando partirle las piernas. Mil cosas que haría por ti serán las cosas que Dani hará por amor.
Ah, y por un reloj también, claro.
Dani es un tipo dado a decepcionar, especialmente a su novia Mónica. Llegar dos horas tarde a una cena de aniversario y habiendo olvidado dónde dejó el Rolex de oro que ella le regaló es más que suficiente para poner punto y final a la relación. Pero, a pesar de todo, Dani quiere a Mónica y haría lo que fuese para recuperar su amor, así que para ello recurrirá a su amigo Elías, estudiante de psicología, que le recomienda que para recuperar a Mónica, recupere primero el Rolex. Toda esta historia iría por los cauces convencionales si no fuese porque Dani se la está contando a una pareja de detectives en una sala de interrogatorios, para que comprendan el porqué se entregó.
Mil cosas que haría por ti (Mil coses que faria per tu) es el nombre del segundo largometraje del director catalán Dídac Cervera, después de participar en Sitges con la película de terror Los Inocentes en 2013. En esta ocasión, Cervera se ha volcado en una alocada comedia de acción, con el televisivo Peter Vives (La riera, Velvet, El tiempo entre costuras…) a la cabeza dando vida al desesperado pero creativo Dani. La película tiene un ritmo vertiginoso y una narrativa un tanto desestructurada que constantemente da saltos, alternando el presente, el relato del protagonista y varios flashbacks. A pesar de ello, no resulta confusa y tiene un potente estilo visual que hace pensar en las influencias del director con el cine de Guy Ritchie y similares.
Ese estilo busca la complicidad del espectador, ya que el personaje de Peter mantiene, literalmente, un discurso constante con el espectador, rompiendo la cuarta pared y hablando a cámara o directamente parando la acción de la escena. Esta característica de Mil cosas que haría por ti es una de las señales de identidad de la película y principal fuente de recursos cómicos, pero también es la causante de varios de sus defectos. Esta manera de romper la cuarta pared para mantener varias historias simultáneas (con el personaje principal hablando a un personaje de una historia, de otra, y luego al público) se usa mucho en teatro debido a las restricciones de la escena, pero en el cine puede llegar a marear. Este efecto también se usa para subrayar, en exceso e innecesariamente, llegando incluso a explicar algún gag o destacar en voz alta las licencias del guion.
Además de Peter, Mil cosas que haría por ti redondea el reparto con la presencia del cómico de Alguna pregunta més? Peyu, quien interpreta a Elías el psicólogo; Cristina Brondo (B&B, Gran Hotel, Herederos) como la agente Alonso (¿un guiño a su aparición en El Comisario?); Iris Lezcano (Sin tetas no hay paraíso) como la surrealista Mónica, dueña de los gags más extraños de la película; y la incombustible Carmina Barrios (Carmina y Amén, Allí abajo), quien queda más cómica dejándola a su aire que siguiendo un guion.
En definitiva, Mil cosas que haría por ti es una comedia fresca, con un estilo que no te dejará respirar mucho, pero muy cuidado.