¿Por qué no te puedes perder la última película de Pedro Almodóvar?
Dolor y gloria es una mezcla entre recuerdos, sentimientos, dolor y por supuesto alusiones a los momentos de gloria. El alter ego de Almodóvar representado por Antonio Banderas está en un momento de su vida en el que las enfermedades y los recuerdos del pasado se unen para volver a dirigir una película. Desde luego, se trata de un filme que despierta emociones al espectador, podrá gustar más o menos pero no cabe duda de que el director hace un trabajo magnífico. ¡Os dejamos nuestro TOP 5 de razones por las que deberías ver Dolor y gloria!
El reparto
Un factor indiscutible es la gran interpretación de Antonio Banderas, que en la película interpreta a Salvador Mallo. Nos mete de lleno en el personaje hasta llegar a sentirnos identificados en algunos momentos. Por lo general, es un personaje que pasa por un momento difícil, vemos en su mirada el dolor pero a su vez protagoniza toques cómicos que como mínimo sacarán una sonrisa al espectador.
Otro gran papel de Dolor y Gloria es el de Asier Etxeandia, un actor en la sombra intentando abrirse paso entre salas de teatro. En el filme, Salvador Mallo le cede un texto que escribió recordando su infancia y primer amor adulto para que lo interprete. Asier brilla en esta película, a veces incluso destacando más que el propio Banderas.
En el reparto también vemos a Penélope Cruz y a Raúl Arévalo en las escenas pertenecientes a los «flashbacks» de Salvador. Cecilia Roth se pone en la piel de la representante del director y Leonardo Sbaraglia interpreta al gran amor de Salvador Mallo. Por último, hay que destacar al personaje de César Vicente que debuta en la gran pantalla por todo lo alto.
Los diálogos
Dolor y gloria es un drama, pero a pesar de ello sus diálogos no caen en ese punto melodramático sino que cuenta con unos diálogos frescos y muy reales. Almodóvar, que dirige y escribe esta obra refleja su interior y su personalidad a través de los personajes.
La trama
La tercera razón por la que no puedes perdértela es la trama. Una historia entrelazada con «flashbacks» al pasado van construyendo los momentos más importantes de la vida de Salvador Mallo. A medida que avanza el filme vemos como cada escena y cada acción tienen una estrecha relación para el director. El interés no decae en ningún momento.
Una película muy íntima
Dolor y gloria se convierte quizás en un espejo del director. Vivencias personales convertidas en un largometraje que expone la dura vida de los artistas. Una de las escenas más emocionantes, el monólogo de Asier Etxeandía, que nos habla del primer amor de Salvador Mallo. Al fin y al cabo es una película, pero no cabe duda de que el director ha entregado una parte de sí mismo al crearla.
Un final perfecto
La pregunta que surge a medida que avanza el filme es; ¿cómo acabará esta historia? Pues bien, creo que el final de Dolor y gloria es emocionante. Es una forma de superación del protagonista que seguro sorprende a más de uno. No quiero adelantar nada, pero vemos esa idea de hacer lo que uno ama para curarse de todas sus pesadillas. Sin duda alguna, creo que es una película que aunque no guste a todo el mundo, no se puede obviar su gran calidad.