Todo lo bueno llega a su fin y este es el caso de la 63º Edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián o Zinemaldia. En este artículo debería ir la crónica del 9º día del festival, pero lamentablemente no hay mucho que escribir sobre ello. El último día del festival apenas hay un par de proyecciones; todo el mundo se está preparando para la alfombra roja de la clausura.
La clausura y entrega de premios del festival estuvo llena de sorpresas ante unos participantes un tanto flojos. Como se suele pasar en los festivales, suelo tener la mala suerte de, por una circunstancia u otra, perderme las películas ganadoras. El premio de la sección Perlas, el premio del público, ganó Our Little Sister con un merecidísimo 8.53, pero con una diferencia de menos de un punto con la americana Me, Earl and the dying girl, que enterneció al público por encima de lo que se merecía. Mountains may depart se llevó de refilón el premio del público a la mejor producción europea, a pesar de ser una cooproducción china-japonesa-francesa y transcurrir enteramente entre China y Australia. En ocasiones me gustaría poder preguntar al jurado acerca de sus motivos o valoraciones a la hora de elegir mejor director, ya que la olvidable Les Chevaliers Blancs tampoco tiene ninguna dirección especialmente destacable por parte de Joachim Laffose.

A continuación el palmarés completo:
- Premio TVE otra mirada: Paulina.
- Premio Cine en construcción: Era el Hotel Cambridge
- Premio Irizar cine vasco: Amama
- Premio del público para mejor película europea: Mountains may depart
- El premio del público a mejor película: Our little sister
- Premio Horizontes Latinos: Paulina
- Premio Nuevos Directores: Le Noeveau
- Premio mejor fotografía: Evolution
- Premio mejor guión: 21 noches con Pattie
- Concha de plata mejor actriz: Yordanka Ariosa por El rey de la Habana
- Concha de plata mejor actor: Ex-aequo Javier Cámara y Ricardo Darín por Truman
- Concha de plata al mejor director: Joachin Laffose por Les Chevaliers Blancs
- Premio especial del jurado: Evolution
- Concha de oro para la mejor película: Sparrows
Desde el primer día del festival la gente decía que había sido una de las ediciones más mediocres de los últimos años. Sin duda el otorgar el Premio Donostia a Emily Watson (que nadie dice que sea mala actriz, pero gandes papeles no ha hecho) levantó ampollas y el hecho de elegirla sin siquiera presentar una película hizo pensar a muchos que fue la única en contestar el teléfono cuando el resto se negó. Si bien es cierto que fue un tanto raro, el resto del festival no ha sido ni mucho menos el peor.
Quizás no ha habido grandes películas, que vayan a recaudar millones en taquilla (aunque Sicario de Villenuve…), y ha habido alguna decepción que otra (*ejem*Regresion*ejem*) pero apenas ha habido cine malo. El mínimo de calidad ha sido bastante alto y se ha presentado mucha más variedad de lo esperado. A nivel de invitados no ha sido nada decepcionante. Emily Blunt, Benicio del Toro, Tim Roth, Ellen Page…. todosellos han desfilado este año por la alfombra roja.

Un poco más en lo personal, si algo hace especial al Festival de Cine de San Sebastián es la gente. Desde las azafatas del café a los propios organizadores y moderadores, pasando por Jon de la carpa Keler y otros tantos, todos hacen del Zinemaldia un evento que no hay que perderse. La experiencia es un grado y ellos lo demuestran muy bien año tras año.
Por supuesto, un año más, ni las películas ni la organización, lo mejor han sido los compañeros. La gran mayoría no tenemos más contacto entre nosotros que esa semana al año, pero parece que el tiempo no pasa entre edición y edición. He tenido la gran suerte de encontrar grandes amigos allí y de cada uno he podido aprender un poquito. Seguramente el año que viene un poquito más.
Si bien podía parecer una edición floja por fuera, por dentro ha tenido un corazón de oro.






