Lo que más sorprende de Lobo sin duda es su intensidad. La película está protagonizada por actores no profesionales, apenas media docena de ellos en unas localizaciones extremas y aún en árabe y en inglés. Los diálogos son escasos y aún así se entiende perfectamente cómo se siente su protagonista, Theeb, en todo momento.
Lobo cuenta la historia de Theeb (Jacir Eid), un joven beduino que vive junto con su hermano mayor Hussein (Hussein Salameh) en la Arabia del año 1916, durante la época del imperio otomano. Ambos viven en su pequeño poblado totalmente ajenos a las revueltas que los rodean pero un día el jefe de la aldea, su hermano mayor, pide a Hussein que acompañe a un oficial británico que va en busca de un pozo que pertenece a la ruta de peregrinación a La Meca. Theeb se escapa del poblado para acompañar a su hermano, al que está muy unido y sin querer se ve envuelto en un viaje a través del desierto que le deparará muchos problemas.
La historia es un poco lenta al principio, debido en parte a los escasos diálogos entre los personajes, pero gracias a la excelente actuación del joven protagonista la situación se entiende perfectamente, así como lo que siente en todo momento.
El otro protagonista sin duda es el paisaje, las montañas y el desierto, los camellos, y por supuesto los pozos, secundarios que acompañan al protagonista en su aventura.
Como pega que ponerle a la cinta además de lo lenta que es sería lo muchísimo que tarda en arrancar la trama, haciendo que cuando finalmente lo hace de repente nos encontremos con un abrupto final.
La película fue nominada tanto en los Óscar como en los BAFTA de 2015 a mejor película extranjera.
Director: Naji Abu Nowar
Reparto: Jacir Eid, Hassan Mutlag, Hussein Salameh, Jack Fox…
