Durante las décadas de los 70 y los 80, Estados Unidos emprendió una lucha sin cuartel contra el narcotráfico en México. La cocaína inundaba las calles estadounidenses y el gobierno se vio obligado a actuar con contundencia para erradicar el nuevo virus que ponía en peligro la estabilidad del país, sobre todo teniendo en cuenta el fracaso de las fuerzas norteamericanas en la Guerra de Vietnam. En este contexto se desarrolla la novela del neoyorkino Don Winslow, El poder del perro.
Art Keller, un joven agente de la D.E.A (Administración para el Control de Drogas) destinado en México, acaba con el boss del narcotráfico en el país gracias a un potente operativo policial y a la ayuda de Miguel Ángel “el Tío” Barrera, la mano derecha del gobernador de Sinaloa, que acabará convirtiéndose en el nuevo capo de México. Años después, Keller se da cuenta del error que cometió al dejar que “el Tío” acabara con el boss y se hiciera con el control de la droga mexicana. Barrera ha montado una auténtica organización criminal y es tarea del agente de la D.E.A desarticularla enfrentándose a narcos, curas, asesinos a sueldo, prostitutas, policías corruptos y agentes de la C.I.A.
Lo que, en principio, podría parecer un argumento más se convierte en una joya en manos de Winslow. El escritor neoyorkino convierte El poder del perro en un cúmulo de acción trepidante y violencia desenfrenada, que no dejará indiferente al lector. Desde sus primeras frases, la novela atrapa a todo el que se acerque a ella y lo convierte en testigo directo del laberinto de intereses en el que se ven encerrados las decenas de protagonistas que recorren sus páginas.
En El poder del perro los personajes son una auténtica delicia para el lector. Todos ellos, desde el camello que no vive más de dos párrafos hasta los protagonistas indiscutibles de la novela, están perfectamente construidos y rehúyen de la división clásica bueno-malo típica del thriller. Los personajes de Winslow están pintados a una escala de grises que les empapa de vida y que hace que el lector pueda identificarse con todos y cada uno de ellos. Art Keller, el agente de la D.E.A, está perfectamente construido, al igual que el escalofriante Sal Scachi, los implacables hermanos Barrera o el despiadado Ramos. Sus personajes tiene un aire a los de otros escritores como Mario Puzzo (El Padrino), Roberto Saviano (Gomorra) o Nicolai Lilin (Educación siberiana), pero Winslow consigue hacer algo que sólo él sería capaz con todos ellos, superando cualquier precetente y cualquier expectativa por parte del lector.
Aunque parezca increíble, Winslow se basa en un caso real para desarrollar su historia (en la que todos los personajes son ficticios, aunque las escenas que describe se ajustan a las prácticas de los narcotraficantes mexicanos): la financiación de la Contra nicaragüense. Durante la década de los 80, Estados Unidos empezó a financiar a los rebeldes de Nicaragua con el dinero que la C.I.A conseguía del tráfico de cocaína. El escándalo fue revelado por el periodista del San José Mercury News y ganador del prestigioso premio Pulitzer, Gary Webb. La historia de Webb fue llevada a la gran pantalla por Michael Cuesta (Dexter, Homeland) con Jeremy Renner (En tierra hostil, Los vengadores) en el papel del periodista.
Pero Winslow va mucho más allá de la historia, destripando los entresijos de las organizaciones criminales mexicanas con un relato coral lleno de violencia, sangre, balas, besos, venganza y redención, regalándonos (si es que lo podemos considerar un regalo) un puñado de crudeza que nos dejará sin aliento en muchas partes del libro, desde torturas hasta ajustes de cuentas y tragedias humanitarias.
El éxito de la novela llevó a la cadena estadounidense HBO a hacerse con los derechos, hace más de dos años, para adaptar El poder del perro en formato mini-serie. La obra de Winslow ya ha sido llevada a la gran pantalla con notable éxito en Bobby Z, dirigida por John Herzfeld (Dos días en el valle) y Salvajes, de Oliver Stone (Platoon, Alejandro Magno). Mientras HBO se decide y lanza la adaptación del libro de Winslow (¿alguien duda que vaya a funcionar después del éxito de Narcos?), el escritor ha lanzado ya una segunda parte: El Cártel.
