“Me violaron a los seis años. Me internaron en un psiquiátrico. Fui drogadicto y alcohólico. Me intenté suicidar cinco veces. Perdí la custodia de mi hijo. Pero no voy a hablar de eso. Voy a hablar de música. Porque Bach me salvó la vida. Y yo amo la vida”. Así empieza Instrumental, la sorprendente y peculiar autobiografía del pianista británico James Rhodes.
A lo largo de las casi trescientas páginas de su autobiografía, Rhodes hace un repaso de su vida y de su relación con la música. En cada una de las páginas está presente la inestabilidad emocional del músico que nos arrastra con él a su locura, más que justificada. Desde su infancia, la vida de Rhodes ha sido un huracán de emociones y sentimientos que el pianista consigue plasmar a la perfección en cada frase. Algunos párrafos sobre las violaciones por parte de su profesor de boxeo o los intentos de suicidio, son terriblemente sinceros y estremecedores por la claridad con la que Rhodes habla de ellos y afronta su pasado.
Pero la música es la absoluta protagonista de este libro. La música clásica que acompaña a Rhodes durante toda su vida y que consigue que el músico permanezca estable frente a la tempestad. La música está tan presente en cada página que, cuando el lector vaya a afrontar cada uno de los capítulos, el autor le recomienda una pieza de música clásica (desde Bach hasta Rachmáninov, pasando por Beethoven, Mozart, Chopin, Schubert o Liszt) para transmitir todas las emociones de su vida a través de cada palabra y de cada nota.
Esta no es una autobiografía al uso y no va dirigida a todo tipo de público. Muchas veces parece que está escrita por Rhodes para el propio Rhodes. Pero la historia va más allá de todo lo imaginable y el estilo directo de Rhodes es como un puñetazo directo al estomago del lector. En Instrumental odiaremos y amaremos al pianista a partes iguales, pero conseguirá que lleguemos a entender las razones de su inestabilidad, del huracán que habita en su interior y que no le deja vivir su vida como debería. Un relato estremecedor de un alma rota que no está dispuesta a rendirse. Un luchador que intenta paliar a sus demonios para que no le obliguen a cruzar el límite.