El festival avanza, las energías van mermando como las proyecciones en competición. Los últimos días siempre son días de despedidas ya que cada vez hay menos prensa y los pases son más espaciados. La prensa acreditada no solo tiene acceso a los pases de prensa y estos días son el momento de ver toda la programación disponible y elegir un par de tickets. El festival también tiene espacio para ver reposiciones de películas de culto y de secciones especiales. También es el lugar de premiar a las carreras más revolucionarias del cine.
Por la mañana se presentó el alegato revolucionario de Joaquim, de Marcelo Gomes. «No he sido el único revolucionario brasileño pero si el único revolucionario que decapitaron. Quizás fue porque era el más pobre. O el más subversivo» es el potente manifiesto con el que arranca la película que narra parte de la vida de Joaquim José da Silva Xavier. La revolución brasileña no es bien conocida fuera de su país y la interesante figura que perfila la escena inicial rápidamente se disuelve en un relato sobre buscadores de oro y militares enamorados de esclavas. Joaquim centra la historia antes de que el personaje fuese un luchador por la libertad, contando de una manera cruda y sin filtros la vida del militar. Aunque se pierde durante mucho tiempo en derroteros que no llevan a ningún lado Joaquim nos deja un mensaje sobre aquellos que llevan la revolución desde la parte más baja de la sociedad.

Dentro de los documentales de Panorama y recién llegado del festival de Toronto no quisimos dejar pasar la oportunidad de ver Política: Manual de Instrucciones de Fernando León de Aranoa. Fernando supo ver el momento histórico que estaba viviendo España cuando Podemos comenzó a formarse y decidió seguir a la formación morada durante más de un año, viendo sus éxitos y sus conflictos. El documental hace un buen trabajo mostrando los entresijos de la política, de la nueva y de la vieja, pero para mi gusto es un trabajo demasiado local como para entenderse plenamente fuera de nuestras fronteras. Sin meterse en opiniones políticas, el documental trata de ser objetivo pero su montaje y la manera en la que está construido invitan a pensar que la conclusión iba a ser otros que la que finalmente fue. Fernando se quedó para una sesión de preguntas después de la proyección y también estaba con el ex número 3 de Podemos, Juan Carlos Monedero, que estuvo respondiendo a los asistentes que se quedaron con digas acerca del rumbo del partido.
Para cerrar la noche decidimos darnos un homenaje y asistir al pase en versión original en la pantalla gigante del Berlinale Palast de El Resplandor, de Stanley Kubrick. Durante todo este festival hemos podido ver varias proyecciones de Kubrick, así como de Coppola o de Wes Anderson precisamente porque se rendía homenaje a toda la carrera como diseñadora de vestuario a Milena Canonero. El Resplandor era el broche final escogido por la propia diseñadora para recibir el Oso de Oro honorífico por toda su carrera, en una gala emotiva y simpática. Una vez las luces se apagaron, pudimos disfrutar de los misterios del hotel Overlook en la obra nuestra de Stanley Kubrick.






