¿Qué dosis de actuación es necesaria para amar?
Me casé con un boludo cuenta la historia de amor entre Fabián Brando (Adrián Suar) y Florencia Córmik (Valeria Bertuccelli), actores que se conocen durante el rodaje de una película. Ambos se sienten tan repentinamente enamorados que se casan sin apenas conocerse. Una noche de fiesta, Florencia les confiesa a sus amigos que se ha dado cuenta de que no se casó enamorada de Fabián, sino del personaje que él interpretaba en la película que rodaron juntos. Lo que ella desconoce, es que Fabián lo está escuchando todo y, al contrario que ella, él sí está enamorado. A partir de aquí y gracias a la ayuda de su guionista, Fabián pondrá toda la carne en el asador para convertirse en el personaje que enamoró a Florencia.
En general, la película resulta entretenida, aunque avanza a un ritmo desigual a lo largo de los 110 minutos de duración. Si bien no cuenta con un argumento muy original, sí consigue crear escenas cómicas gracias a la buena interpretación de sus protagonistas Adrián Suar y Valeria Bertuccelli.
Es especialmente divertida la personalidad egocéntrica del personaje de Fabián, el cual, resulta simpático debido en parte al amor que siente hacia Florencia y a su necesidad de reconquistarla. Pero, ¿hasta qué punto podrá actuar en su vida real? ¿Qué dosis de actuación conjunta comparten las parejas que mejor se llevan? ¿Cómo reaccionará Florencia al enterarse de que los mejores momentos que ha vivido junto a Fabián han sido construidos por un guionista? ¿Se acabará el amor o serán capaces de darle un nuevo giro a su relación?
En definitiva, Me casé con un boludo es una película entretenida, sin grandes reflexiones ni carcajadas, pero que invita a pasar un buen rato con las situaciones representadas por sus peculiares personajes.
Director: Juan Taratuto
Guion: Pablo Solarz
Reparto: Adrián Suar, Valeria Bertuccelli, Gerardo Romano, Norman Briski, Analía Couceyro, María Alche.
Género: Comedia
Estreno: 26 de mayo
