Foxtrot se estrena en España el 2 de marzo
Michael ve como su mundo se despedaza cuando le informan de que su hijo Jonathan ha muerto en acto de servicio. Su mujer, Dafna, no puede soportar la noticia y tiene que ser sedada. Sus familiares se van acercando al domicilio a dar el pésame a los padres mientras el cuerpo de Jonathan no aparece. Y es cuando Michael explota.
Dura y realista interpretación de unos padres que se sienten impotentes ante la noticia de la muerte de su hijo y la mala gestión del ejército al respecto.
Con los diálogos reducidos al mínimo, lo que siente el espectador constantemente es el dolor y la opresión en el pecho, la impotencia que siente el padre del protagonista, que nos muestra flashes de su relación con su hijo y todo lo que siente, piensa y experimenta mientras su mujer está sedada.
Vemos flasbacks también de su hijo, conocemos un poco más sus gustos y aficiones y su relación con sus padres así como su trabajo en el ejército, vigilando día y noche un puesto fronterizo.
Foxtrot, el nombre de la película y también el de un conocido baile, hace referencia a una conversación que tiene lugar en el búnker del ejército, aunque no acaba de tener demasiada relación con la película (a pesar de ser su título).
Cabe destacar la interpretación del actor Lior Ashkenazi, que interpreta al padre sufridor. Es él quién nos guía a través de la narración, enganchándonos con sus flashbacks y el modo en el que asume la peor noticia que le pueden dar a un padre, la muerte de un hijo.
El problema es que la película no tiene tanto que contar y a sus dos horas de metraje le sobran al menos media hora, siendo especialmente innecesaria la parte del búnker con los soldados, que se hace eterna. Eso, unido a los pocos diálogos, la convierten en una película lenta y excesivamente larga que podría haber estado mucho mejor contada.
Director: Samuel Maoz
Reparto: Lior Ashkenazi, Sarah Adler, Yonaton Shiray…
Fecha de estreno: 2 de marzo
