Continúan los cortos en Sitges
Como ya hemos ido viendo estos días, el Festival de Sitges de este año está cargado de novedades a pesar de las circunstancias. En esta ocasión vamos comentar otros tres cortometrajes, de distintas nacionalidades y muy dispares. Por un lado tenemos Bubble, corto de Wang Haonan. También hablaremos de Moires, dirigido y escrito por J.P. Bouix y por último Crawler, un corto sueco dirigido por Ivan Radovic.

Bubble
Este cortometraje chino de 15 minutos de duración nos sitúa en un restaurante urbano. Una pareja centra su relación en ir a menudo a ese restaurante y, mientras él come, ella mira. Lo que parece ser una rutina adquirirá un tono sobrenatural cuando él comience a convertirse en un ser sobrenatural. Se terminará transformando en su comida, dándole a la obra un toque de fantasía y surrealismo.
La obra escrita y dirigida por Wang Haonan te dejará mirando a los créditos preguntándote qué es lo que acaba de pasar. Si bien es cierto que no necesita de apenas diálogo para contar lo que ocurre, flojea en aspectos como los efectos. Entendemos que Bubble no habrá tenido una gran financiación, por lo que pasamos por alto que los efectos visuales sean algo pobres. Sin embargo, es el sonido del continuo masticar lo que más chirría. Una obra que encaja en el festival pero que tiene cosas que mejorar.
Director: HAONAN WANG.
Reparto: Jin Jing, Xiao Ding-chen.
Duración: 14 minutos.
Moires
Dirigido y escrito por J.P. Bouix, este corto francés nos cuenta cómo una pareja se ve interrumpida por una araña gigante. Tras un exhausto día de trabajo y la confesión de ella sobre que va a dar la espalda a su editor, una araña irrumpe en su casa para dejarles un importante mensaje a ambos.
Moires es, posiblemente, uno de los mejores cortos vistos en el festival hasta el momento (por mi parte). Capaz de transmitir ese miedo y esa tensión en apenas 20 minutos y con una situación totalmente irreal. Los efectos son espectaculares y la simple respiración del ser sobrenatural pone los pelos de punta. Manteniendo un plano secuencia durante casi todo el tiempo consigue que la tensión sea aún más palpable.
Director: J.P. Bouix.
Reparto: Mélina Ferné, Julien Chaudet.
Duración: 20 minutos.
Crawler
Ivan Radovic presenta un cortometraje de siete minutos en lo que vemos como unos forenses analizan una criatura extraña encontrada junto al cadáver de una chica. Tras una ligera investigación y gracias a unos flashbacks, vemos que se trata nada más y nada menos que de un vampiro.
Todo lo que se puede decir de Crawler son cosas positivas. En su corta duración nos muestra lo que podría encajar a la perfección como un vampiro de verdad, sin necesidad de grandes florituras. Tanto la escena entre los forenses como la presentación de la criatura en sí al final del cortometraje son sublimes. Incluso nos dejan una escena post créditos donde se intuye que sólo es el comienzo. Fantasía y terror en todo su esplendor.
Director: Ivan Radovic.
Reparto: Lisa Bearpark, Linn Flisell, Martin Hendrikse.
Duración: 7 minutos.






