Un miedo de infancia desaparece con otro miedo de infancia
Hovik Keuchkerian (Bogotá en La Casa de Papel) se pone en la piel de Wahab. Una llamada a media noche, alguien detrás del teléfono demandando su presencia. Una noche de invierno y mucho frío. Tal vez esa noche todo cambie o ya cambió hace mucho tiempo.
Santiago Sánchez es el encargado de dirigir «Un obús en el corazón». Aquí nos cuentan una noche de la vida de Wahab. Pero no una noche cualquiera. Esa noche donde todo cambia y donde un miedo de la infancia desaparece con otro miedo de infancia. Tal vez todo cambió antes, cuando el rostro de su madre no era el mismo. O cuando empezó la guerra en su país. ¿Quién sabe? La dramaturgia de la mano Wajdi Mouawad (Incendios) nos sobrecoge y nos hace cuestionarnos muchas cosas.
Un obús en el corazón
No hay mejor nombre para esta dramaturgia. Un obús que se le clavó a Wahab de pequeño. Un joven que vivió en un país en guerra y que recuerda cómo era su tierra antes de esto. Una historia que no sabe cuándo empezó, ni cuando acabará. Se podrá hablar de un «antes de la guerra» común, pero cada historia personal ¿sabemos cuando realmente empieza?
Un obús en el corazón nos da pie a la reflexión, a si sabemos cuando empiezan nuestras historias o cuando acaban. Si realmente comienzan cuando creemos. Igual sí, pero también cabe la posibilidad de que todo empezase antes o más tarde. Es una obra que llega mucho a los sentimientos.
La guerra está muy presente de dos formas. La del país del que proviene Wahab y en lucha contra la que se enfrenta su madre. El (puto) cáncer. Ese contra el que luchan miles de personas día a día y probablemente tengamos un caso cercano o hayamos tenido.
Esta es una de las razones por la que Un obús en el corazón nos llega. Algo tan cercano y triste, tan real como son esas dos luchas. Además, gracias al guion te describe conocemos cómo fue esa noche, pero también te permite conocer al protagonista. Gracias a los recuerdos y a los sentimientos que manifiesta hace que empaticemos mucho más con Wahab.
Un Hovik sobresaliente
Ya conocíamos lo maravilloso que era Hovik gracias a La casa de papel. Pero, en Un obús en el corazón se supera (si es posible). Nos hace ponernos en la piel de Wahab. Vemos en él un niño cuando recuerda su pasado. Pero también es capaz de trasladarnos de la tristeza a la alegría en un segundo. Y lo más increíble es la capacidad que tiene él para hacerlo.
Con un escenario tan simple como es un sofá-cama y una silla, Hovik consigue llenar el escenario. Es impresionante cómo consigue hacer que veas cada uno de los lugares que describe. Él mismo dijo que viene de un país en guerra y creo que es algo que le hace más grande aún.
Teatro: Teatros Luchana.
Fechas: Del 2 de octubre al 27 de noviembre de 2020.
Director: Santiago Sánchez.
Reparto: Hovik Keuchkerian.
Duración: 90 minutos.
