¿Qué es el comicsgate?
El cómic es un medio que genera miles de sensaciones en los lectores. Hay lecturas de todo tipo, y autores de toda clase. Como en los libros, hay un cómic para cada persona. Hoy en día, el foco mainstream de la industria ha abrazado la diversidad. Cada vez más gente se puede ver representada en las obras más conocidas, y esto ha llegado incluso a las adaptaciones audiovisuales de esas obras. Hay un grupo de gente que esto se lo ha tomado muy mal, y a finales de la década pasada empezaron a gestar un movimiento conocido como comicsgate.
El término surge a raíz de otros movimientos similares como el gamergate, presente en el mundo de los videojuegos. De este modo, ambos se oponen a la presencia de diversidad y de progresismo en los videojuegos y tebeos actuales, respectivamente. Así, desde su aparición en la segunda mitad de la década pasada, el comicsgate toma por objetivos tanto las historias y personajes creadas como los propios responsables de ambos.
Entre sus quejas más comunes se encuentran la, según ellos, excesiva inclusión de mujeres en las historias y en los puestos creativos, la «poca sexualización» de los personajes femeninos, la irrupción de creadores LGTBI en la industria, la representación de minorías en EE.UU. y un largo etcétera. Un sinfín de razonamientos que comulgan con el extremismo más cerrado. Algunos de los cabecillas de este movimiento son el youtuber Richard C. Meyer y el artista de cómics Ethan Van Sciver, entre otros.

Una mosca pequeña pero ruidosa y molesta
Muchos miembros de la industria han decidido no hacer mención de este grupo para no darles visibilidad. Otros han optado por cargar fuertemente contra ellos, debido a sus vejaciones constantes contra escritoras, libreras, editoras… Y no sólo a figuras desconocidas, pues también han puesto su punto de mira en personas muy importantes. Sus ataques han sido desde acosos en las redes hasta la propagación de informaciones personales de sus objetivos. Incluso han cometido actos vandálicos, entre los cuales se les acusa de un asalto contra tiendas de cómics.
El comicsgate intenta basar sus acusaciones frente a la diversidad en la caída de las ventas de cómics, achacando las mismas a la expansión de la propia diversidad en los diferentes números y series. Además de considerar la industria comiquera como un negocio principalmente de hombres para hombres. Si bien estadísticamente los hombres blancos son los que más cómics compran, su porcentaje se ha ido disminuyendo últimamente, y otros sectores sociales han subido considerablemente.
Por otro lado, la industria del cómic no sufre precisamente por la eclosión de la inclusividad. Hay muchos otros factores que en definitiva, ha hecho que hasta los hombres blancos dejasen de consumir tebeos. También se debe mencionar que hay múltiples cabeceras con elementos inclusivos que han recibido una gran acogida crítica y comercialmente, como es el caso de los X-Men, Far Sector, Wonder Woman y otras. Y en última instancia, a fecha de 2018, las mujeres seguían ocupando muy pocos puestos de trabajando en cada editorial importante. Estas ocupaban entorno al 16% de los puestos de trabajo de las mismas, y a fecha de 2021 ese porcentaje no es mucho mayor.
Es muy difícil saber cuál será la evolución de este grupo de personas. Al igual que es complejo saber cómo detenerlo. Pero si algo es seguro, es que las editoriales mainstream no deben frenar a la hora de seguir ampliando la diversidad. Esa es la principal meta de este movimiento, y cuanta más diversidad se consiga, más personas se verán representadas en las páginas de las historietas y más pérdida estará la batalla del Comicsgate.







A Fecha de 2022, la industria del comic sigue languideciendo, con una DC con crisis ciclicas y falta de liquidez mientras Marvel comics trata de recuperar a los viejos lectores reciclando viejas formulas de tiempos mejores porque sus ventas continuan cayendo.
Por otra parte, el rumor de que Dynamite comis pretendia contratar a gente de ComicGate ha concluido en una campaña de cancelacion y boicot contra la propia editrial la cual asegura que no se trata más que de un malentendido.
No sé de que palo van esos de ComicsGata, seguramente son republicanos de derechas enojados peeeero es evidente que el mercado del comic de superheroes esta a ras del suelo, con escrituras muy flojas, poco arte y pésimas decisiones.
El divorcio entre creadores y lectores es evidente.