Viajar al pasado para entender el presente
¡Cuidado, SPOILERS!
Una semana después de que la primera entrega de la trilogía llegara a Netflix, La calle del terror: 1978 aterrizaba en la plataforma el pasado viernes 9 de julio. Las películas, que están basadas en la célebre saga literaria de R.L. Stine, se centran en los horrores que han atormentado al pequeño Shadyside y a sus ciudadanos a lo largo de los siglos.
En este caso, la segunda parte nos vuelve a presentar a los tres supervivientes de La calle del terror: 1994, quienes acuden en busca de ayuda a la única víctima que logró superar la masacre acontecida años atrás en el campamento Nightwing.
El filme, además de contar de nuevo con Kiana Madeira, Olivia Scott Welch y Benjamin Flores Jr., está protagonizado por Sadie Sink, Emily Rudd y Ted Sutherland, aunque también da la bienvenida a Gillian Jacobs, Chiara Aurelia, Michael Provost y Ryan Simpkins, entre otros muchos.

La calle del terror: 1978. Un gran homenaje a Viernes 13
Leigh Janiak regresa como directora en esta segunda entrega que, siguiendo los pasos de su predecesora, continúa reavivando el slasher, aunque esta vez de la década de los 70 y 80. Mientras que con la primera película era imposible no acordarnos de Scream, la segunda parte logra homenajear y tomar como referente a Viernes 13. De hecho, al final de la película el asesino adopta un aspecto muy similar al de Jason Voorhees, haciendo que la nostalgia se incremente todavía más.
No obstante, La calle del terror: 1978 logra diferenciarse en un aspecto muy importante de los clásicos slashers. Mientras que Viernes 13 o Campamento sangriento, por ejemplo, se centran en unos protagonistas cuyo único objetivo es escapar del terrible asesino, la cinta de Janiak profundiza más en la historia, teniendo una necesidad mayor de conectar con el pasado y descubrir el origen del mal para poder ponerle punto y final.
La trama transcurre de manera no lineal, tomando como protagonista el enorme flashback que sucede al principio de la cinta y que narra la gran tragedia de 1978 con la que descubrimos nuevas pistas sobre cómo acabar con la maldición de Sarah Fier.
De nuevo, además de contar con una gran ambientación setentera y ochentera, la música vuelve a ser un factor importante para sumergir al espectador en la película, incluyendo éxitos como el Carry On Wayward Son de Kansas.

La mitad del camino
A rasgos generales, el segundo largometraje resulta más interesante que el primero gracias a diversos aspectos como la gran cantidad y variedad de asesinatos, una mayor indagación en la historia de la bruja y un pasado más explícito de los personajes, entre otros.
Como en la anterior entrega, el final nos muestra un pequeño adelanto de lo que será la tercera y última parte de la trilogía. Como podemos observar, la película de Leigh Janiak nos llevará a los orígenes de Shadyside y de la maldición que atañe al pueblo desde entonces. Además, todo parece indicar a que el reparto hasta ahora conocido se pondrá en la piel de nuevos personajes, dotando a la historia de un toque original y diferente.
La calle del terror: 1666 llegará a Netflix el próximo 16 de julio.
Director: Leigh Janiak.
Reparto: Olivia Scott Welch, Kiana Madeira, Benjamin Flores Jr., Sadie Sink, Emily Rudd, Gillian Jacobs, Ted Sutherland, Ryan Simpkins.
Género: Terror, slasher.
Duración: 110 minutos.






