A veces basta con unos pocos minutos para adentrarse en un torbellino emocional. Cólera, el nuevo cortometraje dirigido por José Luis Lázaro, es un ejemplo de cómo el formato breve puede concentrar una historia tan potente. Con un trío interpretativo de lujo, Jorge Motos, Manuel Canchal y Nacho Fresneda.
Tras pasar una gran mañana en la playa, Guillem y Nico se disponen a ir a su casa, pero un imprevisto hará que no puedan entrar al coche. No tienen teléfono, ni ropa y cuando ven a un hombre en un coche, le pedirán ayuda, pero será el inicio de un brutal ataque.
Desde el primer plano, Cólera busca incomodar, reflexionar y, sobre todo, reflejar esa rabia de personas que por lástima nos podemos encontrar a pie de calle y en cualquier momento.
En un espacio cerrado, este hombre que interpreta el actor Nacho Fresneda se enfrenta a una pareja que necesita ayuda. Lo que comienza como una conversación aparentemente tranquila, pronto se transforma en un estallido emocional. Las palabras pesan, los gestos se agrandan y la violencia —física y verbal— toma el control. Cólera no necesita artificios narrativos: su fuerza radica en el realismo de la puesta en escena y en su trama.
Un reparto impresionante
El reparto es, sin duda, el corazón y alma de Cólera. Jorge Motos confirma, una vez más, por qué es una de las voces más prometedoras del cine español. Su interpretación canaliza una mezcla de vulnerabilidad y rabia contenida que atraviesa la pantalla. Motos no grita, pero su mirada lo dice todo; su cólera no es solo hacia el exterior, sino contra sí mismo.
A su lado, Manuel Canchal aporta gran presencia al ritmo al cortometraje, eleva el tono de las escenas más intensas y junto a Jorge, ambos aportan ese dinamismo y naturalidad en una situación en la que a muchos no nos gustaría encontrarnos.
Y en el otro extremo tenemos a Nacho Fresneda, con la solidez interpretativa que lo caracteriza, ofrece una personaje realmente perturbador y con el que no quieres encontrarte nunca. Juntos, los tres actores construyen un triángulo de tensiones que sostiene el peso de la historia sin necesidad de grandes explicaciones.
El mérito de Lázaro está en permitir que el reparto respire, que el conflicto emerja desde los cuerpos, no solo desde las palabras. En apenas unos minutos, el espectador pasa por varias emociones: desconcierto, miedo, empatía e incluso culpa.
Más allá de la historia
Cólera es una reflexión de cómo la frustración cotidiana puede transformarse en violencia cuando no se gestiona. De cómo los hombres pueden arrastrar heridas que no saben verbalizar y terminan explotando.
Visualmente, el cortometraje destaca por su atmósfera opresiva. Todo parece diseñado para que el espectador sienta el calor de la rabia, el peso de la incomodidad y la inevitable explosión que se avecina.
El sonido es preciso, amplifica la tensión, respiraciones, golpes y silencios. Cada detalle técnico refuerza la sensación de realismo, como si estuviéramos ahí en la playa cn todos ellos.
Cólera no busca moralizar, busca crear conciencia de la ira que muchas personas muestran hacía las parejas homosexuales, porque es de lo que trata el cortometraje. Es una historia que impacta por lo realista que es. Es un retrato directo y profundamente humano de lo que pasa cuando la palabra se agota y solo queda la rabia.
Dirección: Jose Luis Lázaro / Guion: Jose Luis Lázaro / Reparto: Jorge Motos, Manuel Canchal, Nacho Fresneda / Género: Drama / Duración: 10 minutos / Plataforma: Movistar Plus+