La serie What It Feels Like for a Girl aborda la adolescencia trans con crudeza y música potente. Personajes reales y una reflexión sobre identidad, abuso y pertenencia.
La nueva serie de Filmin sacude con una mirada directa al dolor, la identidad y la búsqueda de uno mismo, todo envuelto en la atmósfera de la noche de Nottingham y el final de los años 90 y principios de los 2000. Es salvaje, emotiva y honesta, una de esas ficciones que no se olvidan fácilmente.
Byron tiene quince años, vive en un pueblo pequeño del norte de Inglaterra, convive con la violencia cotidiana, con el rechazo familiar y con ataques en el colegio. Cuando su madre abandona el hogar y el padre resulta abusivo o distante, Byron busca refugio en las noches de un club de Nottingham. Allí encuentra a las “fallen divas”, una comunidad queer nocturna que acoge, desafía, enseña, y permite que Byron explore su género, sus deseos, sus límites y, sobre todo, su dolor. En medio de fiestas, drogas, amistades imposibles, abusos sexuales, transfobia y deseo, Byron va tejiendo una identidad que no admite medias tintas. What It Feels Like for a Girl se convierte en un viaje entre la oscuridad y la liberación.
Una temática que no se anda con rodeos
Uno de los grandes méritos de esta serie es la valentía que tiene para abordar temas densos: la transfobia, el abuso sexual, la prostitución, la pobreza, el abandono familiar… todo eso se presenta sin edulcorar. No se trata de choque por el choque, sino de mostrar el sufrimiento real, las contradicciones del protagonista, lo que significa crecer en un cuerpo que no se siente propio y en una sociedad que no te reconoce.
No obstante, hay también momentos de escape: la fiesta, la música y el cariño de quienes te aceptan tal y como eres. Es precisamente ese contraste lo que hace que el viaje de Byron sea potente y que guste a los espectadores.
La música: pulso de la identidad
En What It Feels Like for a Girl, la música de clubes, los éxitos queer underground, los himnos que atraviesan la pista de baile, todo sirve para dar voz a lo que Byron no siempre puede decir con palabras. Cuando Byron entra a un club, la canción, los bajos, la atmósfera nocturna se convierten en lugar seguro, en espejo y en escenario de transformación.
Los silencios, también, juegan su papel: los momentos sin música duelen, porque ponen en evidencia lo que queda fuera, aquello que no se dice. Pero tras esos espacios viene el estallido sonoro, la pista de baile, la presencia colectiva que acoge. La banda sonora es ideal, canciones que te sonarán y muchas que amarás.
What It Feels Like for a Girl no es una serie cómoda, ni pretende serlo. Es cruda e invita a la reflexión. Te golpea, sí, pero también te abraza cuando encuentras personajes que resisten, que están ahí para quedarse.
Es importante tener ficciones como esta, que cuenten lo que aún muchos callan; que hagan de la música un refugio; que muestren que identidad, deseo y dolor pueden estar unidos, y que la valentía no es la ausencia de miedo, sino seguir adelante aun con miedo. Os la recomendamos.
Dirección: Brian Welsh, Ng Choon Ping, Marie Kleivdal Kristiansen / Guion: Paris Lees, Georgia Christou, Sarah Simmonds, Mika Onyx Johnson, Paul Williams / Reparto: Ellis Howard, Hannah Jones, Laquarn Lewis, Laura Haddock, Michael Socha, etc. / Género: Drama. Adolescencia / Duración: 8 episodios de 46 minutos / Plataforma: Filmin







