En este artículo de TECH no vamos a limitarnos a analizar un solo gadget, si no dos que nuestros amigos de Mobilefun nos han dejado para probar. Juntos, podemos conseguir una experiencia VR envolvente de gran calidad pero por separado tendremos dos dispositivos muy útiles en su campo a un precio muy ajustado.
KitSound Comet Buds, ideales para llevar a cualquier sitio
KitSound es una empresa inglesa especializada en auriculares y altavoces bluetooth. Incluso venden un curioso gorro de lana con altavoces incorporados. Con los Comet Buds se une a la moda impulsada por Apple de ofrecer auriculares portátiles inalámbricos, una evolución de esos antiguos y aparatosos auriculares de ejecutivo de película. Los KitSound Comet Buds están mas orientados a un público joven que simplemente no quiere andar guardando cables y dispositivos aparatosos.
Los auriculares KitSound Comet Buds vienen en una caja que no destaca mucho por un diseño muy premium. Tiene una pequeña bolsa de tela y un cargador micro USB para recargar los dos pequeños dispositivos. Casi toda la competencia ha optado por diseñar un pequeño estuche que también haga de estación de carga para sus dispositivos, pero los KitSound Comet Buds se cargan directamente por cable. Esto puede resultar un poco engorroso pero también consigue abaratar costes respecto a sus competidores.
Los auriculares tienen una pequeña batería que se carga en menos de una hora y permiten más de 3 horas de música continuada. El audio es suficientemente bueno para el precio que tienen y cumplen bien su función, permitiendo también usarlo para hablar gracias al micrófono incorporado. En la parte negativa, los auriculares no incluyen un control de volumen y necesariamente tienes que llevar los dos enchufados, ya que si no se emparejan no permiten ser usados.
En cualquier caso, los KitSound Comet Buds son una buena compra por el precio que tienen (aprox 50€) y permiten tener unos auriculares muy pequeños, cómodos y discretos.
VR Box, la evolución de las Cardboard
Hace unos años, cuando Facebook intentó cambiar el mercado con las revolucionarios pero costosísimas Occulus Rift. Rápidamente Google se dio cuenta de que no hacia falta un dispositivo dedicado para simular unas gafas de realidad virtual cuando todo lo que necesitaba estaba en el bolsillo de los usuarios. Con una pequeña estructura de cartón de apenas unos 10$ cualquier smartphone podía competir con un Occulus Rift de 400$. Al poco tiempo gran cantidad de distribuidores fueron ofreciendo sus propias versiones de las Cardboard Glasses de Google, con más o menos armazón, pero manteniendo la esencia del diseño.
Las VR Box ofrecen un concepto más elaborado de las cardboard pero aún manteniéndose en una franja de precio asequible. Cuentan con un armazón de plástico un poco aparatoso pero que resulta muy cómodo de usar al incorporar un reborde almohadillado. Tiene un par de lentes de plástico también con unos sencillos controles superiores para ajustarlas para la posición de los ojos del usuario. Las gafas se sujetan a la cabeza mediante unas tiras elásticas regulables y el smartphone se inserta con una pieza que se extrae del lateral.
Lo bueno de las VR Box es que la pieza extraible donde va montada el smartphone es compatible con casi todos los modelos, incluso móviles grandes como un iPhone Plus. En el lado negativo, toda la pieza de las gafas se siente un poco como de juguete, con tanto plástico de por medio y la propia pieza donde va colocada el smartphone no llega a sujetar del todo bien el dispositivo.
Un gadget como las VR Box son un complemento perfecto para sorprender a amigos en casa y no tienen un precio muy elevado, aunque el mismo concepto de las gafas VR no ha avanzado lo suficiente para resultar realmente útil.
