Adaptación de la novela de Richard Morgan «Carbono Modificado»
El pasado 2 de febrero, la plataforma Netflix publicó una serie de temática futurística, con un marcado estilo ciberpunk. Se trata de Altered Carbon, donde conocimos la historia de Takeshi Kovacs, un ex componente de unidades militares espaciales que es asesinado y condenado a permanecer congelado durante 250 años. En ese orden. Y os preguntaréis cómo puede ser esto posible. Pues es tan sencillo como que en esta sociedad futurista (hablamos del siglo XXIV) la humanidad será capaz de traspasar su identidad a un soporte digital, por lo que cada persona podrá hacer una copia de seguridad para que, posteriormente, sea insertada de nuevo en otro cuerpo.
Así es como Takeshi, que lleva sin poseer un cuerpo los últimos 250 años, es reinstalado en el cuerpo que anteriormente pertenecía a Elias Ryker (Joel Kinnaman), agente de policía, por orden de Laurens Bancroft (James Purefoy), un megalómano y vanidoso multimillonario recientemente asesinado. Éste, con 365 años y con una flota de cuerpos hechos a su imagen y semejanza en su poder, decide contratarlo para investigar su última muerte.
A medida que la trama se va complicando, conocemos a nuevos personajes como a Kristin Ortega (Martha Higareda), una policía hispana, ex compañera de Elias Ryker, que se muestra contrariada de que el cuerpo de este último haya sido reasignado a un convicto. También nos encontraremos con Poe (Chris Conner) una inteligencia artificial que se materializa como dueño del hotel donde Kovacs se hospeda y a Vernon Elliot (Ato Essandoh), un padre desesperado por encontrar la conciencia de su hija, asesinada y posteriormente perdida por la policía.
Los efectos especiales de la serie son fantásticos en todos los sentidos, y los colores que marcan esta estética ciberpunk están realmente conseguidos. La oscuridad latente se alterna con escenas en las zonas más altas de la ciudad, donde ricos viven mirando por encima de su hombro (literalmente) al resto de la población.
En cuanto al guion, he de decir que me pareció una maravilla. Tiene varios episodios que son magistrales (como el cuatro, el seis y el siete) y que elevan categóricamente al resto. Si hubiese que ponerle un pero, diría que la trama principal en un momento dado, como el Guadiana desaparece y vuelve a aparecer dos capítulos más adelante.
¿Plagio de Blade Runner?
Hay muchos medios tanto de nuestro país como de otros que han tachado a la obra de Laeta Kalogridis, basada en una novela de Richard Morgan, de un plagio descarado de Blade Runner. ¿Hasta qué punto esto es real?
Es cierto que ambas historias trascurren en el mismo futuro distópico, donde las luces de neón imperan y la luz solar pasa a ser un disfrute de los más poderosos en lugar de un derecho de todos. Tenemos también coches voladores y una diferencia abismal entre ricos y pobres (algo que últimamente no se ve tan futurista). Pero, sinceramente, si los puntos en común entre Blade Runner y Altered Carbon debieran ser considerados como plagio, la obra de Philip K. Dick (máximo exponente del ciberpunk y autor de la novela adaptada por Ridley Scott), también deberíamos tachar de plagio el cómic Transmetropolitan, la película Matrix o, incluso, la serie Futurama.
Si aún no habéis tenido tiempo para verla, yo dedicaría las próximas 9 horas de mi vida a ponerme al día.
Título original: Altered Carbon (2018).
Creadora: Laeta Kalogridis.
Reparto: Joel Kinnaman, James Purefoy, Martha Higareda, Chris Conner, Dichen Lachman, Rebée Elise Goldsberry, Kristin Lehman, Ato Essandoh, Hiro Kanagawa, etc.
