Número 9, el corto de Shane Acker formato película.
Netflix añadió el pasado martes 1 de septiembre a su catálogo en España, el largometraje Número 9. Shane Acker, su director fue nominado a un Oscar en la sección de cortometrajes con su corto homónimo en la edición de 2006.
Bien, cuatro años después del éxito en los festivales por parte de Número 9, Acker decide versionar su corto llevándolo de nuevo a la gran pantalla, aunque esta vez como película. De la mano de Tim Burton en la producción, entre otros, Número 9 narra una historia de aventura de corte clásico protagonizada por muñecos de trapo y ambientada en un mundo postapocalíptico.
9 (Elijah Wood) como intrépido e inexperto protagonista, encabeza las distintas aventuras por las que la trama le conduce. Le siguen algunos compañeros como 7 (Jennifer Connelly), personaje muy similar a Bo–Peep en Toy Story 4, 5 (John C. Reilly) o 1 (Christopher Plummer).
Los personajes, pese a funcionar increíblemente bien en el cortometraje de Acker, en este caso pierden fuerza y atractivo. Puede decirse que la evolución que sufren es mínima (obviando la redención de un par de ellos), algo que es vital en el género de aventuras.
Si bien es cierto que estos se ven estancados en su evolución, Número 9 dispone de las claves para crear un grupo de protagonistas totalmente fiel al cine de aventuras. Desde la experta luchadora y forajida 7, hasta el sabio y anciano 2 (Martín Landó); pasando por 8 (Fred Tatasciore) como guardaespaldas con pocas luces, o por el ya mencionado 9.
Tim Burton en estética, pero no en contenido
Por otro lado, el largometraje cuenta con una estética muy potente al más estilo Burton. La soltura en los muñecos de trapo, las miradas características que albergan el alma del personaje, los escenarios amplios, lúgubres y desoladores… pero no se aprovecha lo suficiente. La idea del mundo postapocalíptico que los personajes habitan, no se explora más allá de unas pequeñas trazas que indican vagamente el origen del enemigo al que se enfrentan.
En un principio, tantos planos generales mostrando el a debacle, la insistencia del cineasta en encuadrar banderas de lo que posteriormente se dirá que era un pasado régimen autoritario al estilo nazi… todo esto abre premisas y genera inquietud sobre cómo ha llegado el mundo a tal punto. El film lanza un par de flashbacks a la cara del espectador con intención de cerrar las premisas que ha abierto durante todo el primer acto.
Siguiendo con la narrativa de Número 9, sigue una estructura muy repetitiva. Pese a verse claramente la estructura básica en tres actos, la película reincide una y otra vez en un esquema de diálogo – acción durante sus 80 minutos de duración.
Durante la película no hacía más que pensar en lo divertido que sería jugar este videojuego. La estructura de niveles típica de cualquier aventura gráfica en la que en contadísimas ocasiones la mirada se separa de la del protagonista.
El trabajo de Acker es más que correcto
Cerrando los frentes abiertos, Número 9 no es una mala película, pero tampoco es una buena adaptación del corto. La película no aporta nada nuevo respecto al corto, más allá de algunas peripecias sin mayor importancia que sufren los personajes. Ese es su gran fallo, el guion.
La historia que se narra y el mensaje moral que busca transmitir con su final son muy buenos y si no fuese por lo ya mencionado, el espectador quedaría reflexionando sobre la amistad y la redención tras ver la película.
Respecto a la dirección, poco cabe destacar, el trabajo de Acker es más que correcto y además se nota la presencia del maestro Tim Burton en la producción. Pese a que los escenarios que se crean, están algo desaprovechados, son increíbles. Casi dan ganas de explorarlos como si de un videojuego de mundo abierto se tratase.
Dirección: Shane Acker.
Guion: Pamela Pettler.
Reparto: Elijah Wood, John C. Reilly, Jennifer Connelly, Christopher Plummer, Crispin Glover con Martin Landau y Fred Tatasciore.
Duración: 81 minutos.
Plataforma: Netflix.
