Históricamente siempre se ha asociado el Festival de Sundance al cine indie. Películas independientes con un presupuesto ajustado en el mejor de los casos, que tratan de temas sociales o películas de coming-of-age. Antes del amanecer, Pequeña Miss Sunshine o 500 días juntos son de esa clase. Sin embargo Eight for Silver pertenece al otro Sundance. Aunque quizás alguno no lo sepa, hay un Sundance que presentó El Proyecto de la Bruja de Blair, Saw o Déjame Salir y todos los años tiene cada vez más público.
Eight for Silver, en un oscuro pueblo, una maldición acecha…
A finales del Siglo XIX, un joven patólogo es reclamado a lo profundo de la campiña francesa. En un remoto poblado, tienen sospechas de que una bestia puede haber matado a algún joven del pueblo y la hijo de otro de los señores del pueblo sigue aún desaparecida. La tarea que tiene por delante el joven John McBride es extraña pero rápidamente se dará cuenta que no se trata de ninguna clase de animal conocido por el hombre.
Los fantasmas del pasado acechan sobre la mansión del dueño de esas tierras. Los niños de la zona llevan mucho tiempo sufriendo pesadillas inexplicables con un misterioso espantapájaros y unos dientes plateados.

Un aspecto técnico excelente con un giro diferente
Eight for Silver nos sitúa a finales del Siglo XIX de una forma magistral. Los paisajes y las localizaciones ayudan enormemente a meternos en la historia, gracias también al enorme trabajo de fotografía y a la música de Robin Foster. El apartado técnico y visual sirve para mantener la atención en una historia que durante los primeros minutos se desarrolla de una forma lenta y perezosa.
Inicialmente pensaba que se trataba de una película de suspense un poco más intimista pero una vez explota la tensión, Eight for Silver se desata como una película de terror clásica, que hace uso de muchos tópicos del género. Posiblemente la escena que pone los pelos más de punta se trata de aquella que hacen menos uso hace del CGI y se centra en la maldad propia de los seres humanos.
Para el elemento sobrenatural, Eight for Silver reinventa el mito de los hombre lobo en el cine moderno (un monstruo clásico que parece que no termina de tener éxito) incorporando elementos del cine de zombies. Inevitablemente también uso de unos cuantos jumpscares tan utilizados en el género pero que no empañan la historia.
Lamentablemente, en la secuencia final, se usa y abusa de movimientos de cámara y filtros que tratan de distraer al espectador para que no se fije en la atropellada conclusión o en los efectos digitales.
Un gran atractivo para los fans de este género
Eight for Silver es una película disfrutona y que se sale un poco de las películas de terror a las que estamos habituados. Su localización (tanto en la ambientación como en la época historia) es uno de los puntos fuertes y los distintos ataques de la bestia y la maldición que acecha en el pueblo mantienen la tensión a lo largo de toda la película.
No es la cinta del año del género pero en ningún momento aburre y ofrece grandes atractivos para los fans.
Dirección: Sean Ellis.
Guion: Sean Ellis.
Reparto: Boyd Holbrook, Kelly Reilly, Alistair Petrie, Roxane Duran, Áine Rose Daly, Simon Kunz, Tom Sweet, Amelia Crouch, etc.
Género: Terror.
Duración: 113 minutos.






