Repasamos las mejores películas de Tarantino tras el estreno en Netflix de Érase una vez… en Hollywood
Desde el estreno de Reservoir Dogs en 1992 hasta la llegada de la aclamada Érase una vez… en Hollywood, los guiones brillantes y los personajes carismáticos de Quentin Tarantino le han convertido en uno de los grandes directores del cine contemporáneo.
Su particular gusto por las situaciones violentas y los momentos gore ha eclipsado en muchas ocasiones su talento como guionista y creador, es innegable la capacidad del director estadounidense para estructurar sus películas y dotar a sus personajes e historias de una profundidad narrativa poco habitual en el cine.
Historias violentas pero atrevidas, entretenidas y que muchas veces se alejan de lo convencional o incluso de la propia historia real. Aprovechando el estreno de su última película en Netflix, hemos querido rendir homenaje a este maestro seleccionando sus mejores películas.
¡Echad un vistazo!
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Reservoir Dogs (1992)
La primera película del bueno de Quentin parte de una premisa muy sencilla: una banda de gangsters se reúne en su escondite después de que uno de sus golpes salga más. Su propósito, encontrar al traidor que los ha expuesto.
Considerada una de las obras cumbres del cine independiente, Reservoir Dogs fue la primera demostración de lo que Tarantino podía escribir y dirigir con un puñado de buenos actores y su talento cinéfilo. Violencia gratuita, personajes extravagantes, ambientes sórdidos y su característico humor negro se hacen notar en la cinta.
Rodada en una sola localización y con un reparto de lujo (con ilustres como Harvey Keitel, Tim Roth o Michael Madsen, que acabarían siendo habituales de Tarantino), tuvo una gran acogida en Sundance, lo que permitió a Tarantino revelarse como una de las grandes promesas de Hollywood.
Lo mejor: la enrevesada trama y el inesperado giro final, además de los personajes y sus nombres.
Lo peor: se nota cierta inexperiencia en la dirección, y da la sensación de que se acaba cuando más interesante se pone.
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Los odiosos ocho (2015)
Curiosamente, y tras haber desarrollado una contrastada carrera, Tarantino vuelve a sus orígenes. Si en Reservoir Dogs ya jugaba con un espacio cerrado como única localización, en Los odiosos ocho lleva a su máximo esplendor este recurso.
Planteada como una mezcla de western y obra de teatro de Agatha Christie, la película transcurre en un refugio en las montañas de Estados Unidos durante una ventisca. John Ruth (Kurt Russell) lleva a la prisionera Daisy (Jennifer Jason Leigh) al pueblo de Red Rock para que sea ejecutada en la horca. Por el camino encuentra al Mayor Warren (Samuel L. Jackson), un militar retirado, y al nuevo sheriff Chris Mannix (Walton Goggins). Juntos llegan a un particular refugio para pasar la noche, pero pronto los demás huéspedes del refugio empiezan a comportarse de forma extraña.
Cuando creíamos que ya habíamos visto todo lo que tenía que ofrecer, Tarantino nos sorprende con esta genial película donde los ambientes juegan un papel fundamental para generar ese clima de tensión y desconfianza entre los personajes.
En un entorno hostil, rodeado por la nieve y de donde no hay escapatoria, los personajes y sus interpretaciones brillan, aupados por un guión sobresaliente que mantiene en vilo en todo momento. También está en Netflix, así que si no la habéis visto, es otro planazo para una noche de verano
Lo mejor: la ambientación, el guión, el diseño de los personajes y las interpretaciones. Y sobre todo cómo se va desarrollando la historia y el clímax final. Y la banda sonora del maestro Ennio Morricone, de 10 como siempre.
Lo peor: Su duración, aunque puede que necesaria, es excesiva (casi 3 horas).
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Érase una vez… en Hollywood (2019)
Tarantino creció en Hollywood, rodeado de cine por todas partes. No en vano, trabajó durante años en un videoclub (ese lugar prácticamente desaparecido donde se alquilaban películas). También fue testigo de la cultura underground, de los ambientes de los estudios de cine y de las luces y las sombras de la ciudad de las estrellas.
Por ello, en Erase una vez… en Hollywood el director rinde homenaje a ese Hollywood de los años 60, en el momento del ocaso del cine clásico y de los westerns y la llegada de nuevos directores dispuestos a comerse el mundo. También homenajea a la figura del doble de acción, a las carreras de aquellos actores que quedaron atrapados en el cambio del cine en esos años, y por supuesto a Sharon Tate, asesinada por la familia Manson en 1969.
La película sigue a Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), un exitoso actor en el declive de su carrera. Relegado de los grandes platós a las pantallas de televisión, Rick teme que su carrera se haya estancado, y trata por todos los medios de relanzarla. Le acompaña Cliff Booth (Brad Pitt), su doble de acción y fiel compañero. En sus vidas en Los Ángeles conocen a todo tipo de personajes como Bruce Lee, miembros de la Familia Manson o a Sharon Tate (Margot Robbie), la nueva vecina de Rick. Y como dice Rick, en Hollywood todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.
Lo mejor: el trabajo de ambientación y escenarios, el diseño de los personajes y la química entre Brad Pitt y Leonardo DiCaprio. Y por supuesto, la breve pero brillante interpretación de Margot Robbie.
Lo peor: la trama puede confundirte si esperas ver la típica película de Tarantino. Pero si decides verla, no te arrepentirás.
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Django Desencadenado (2013)
La primera aventura de Tarantino con el western, el género que le impulsó para ser director de cine, resulta ser también una “venganza” contra el racismo ejercido durante siglos contra los afroamericanos en Estados Unidos.
Django Desencadenado sigue los pasos de Django (Jamie Foxx), un esclavo que se convierte en cazarrecompensas con la ayuda del doctor King Schultz (Christoph Waltz). Juntos recorren Estados Unidos en busca de fugitivos. Pero todo se tuerce cuando, para recuperar a la prometida de Django, deben enfrentarse al poderoso Calvin Candie (Leonardo DiCaprio), un esclavista y terrateniente del sur, al que tratan de engañar para conseguir su objetivo.
Tarantino cumple su sueño y su dirección en esta película lo refleja fielmente. El director homenajea westerns clásicos mientras hace gala de su estilo característico, con sus personajes perfectamente diseñados y escritos, su guion fuerte y entretenido y un reparto de diez.
Lo mejor: la historia, su conclusión, los personajes y el tremendo duelo interpretativo entre Christoph Waltz y DiCaprio.
Lo peor: irregular para lo que suelen ser las películas de Tarantino, presenta algunos altibajos en el transcurso de la película.
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Malditos Bastardos (2008)
Otro género clásico, el de la Segunda Guerra Mundial, que Tarantino homenajea a la vez que reescribe la historia y da su merecido a los malos.
Malditos Bastardos cuenta dos historias paralelas: la de Shoshanna (Mélanie Laurent), una judía francesa que escapa de la muerte tras un encontronazo con el coronel Hans Landa (Christoph Waltz), un astuto y cruel militar estratega enviado por Hitler para capturar a los judíos restantes en la Francia ocupada por los nazis.
Por otra parte la del escuadrón del teniente Aldo Raine (Brad Pitt), un equipo de soldados estadounidenses judíos que actúan como avanzadilla y cuyo único objetivo es asesinar y ejecutar a la mayor cantidad de nazis posibles. Su crueldad y su temeridad pronto ganan popularidad entre las tropas alemanas. Pero una reunión del alto mando en un cine francés acerca a Raine y sus hombres a un objetivo mucho más ambicioso.
Christoph Waltz se convirtió con esta película en el gran descubrimiento actoral de Quentin Tarantino, que buscaba un actor capaz de hablar alemán, francés e inglés. Encontró a este austriaco, desconocido hasta el momento, y con él diseñó a uno de sus mejores personajes.
La historia, basada en la existencia real de un batallón de judíos que luchó en la Segunda Guerra Mundial, inspiró a Tarantino para escribir la que probablemente es su película más completa.
Lo mejor: El humor negro, los guiños al cine italiano, los personajes brillantes y el estilo Tarantino en su máximo esplendor.
Lo peor: el final llega demasiado rápido.
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Pulp Fiction (1994)
La mejor película de Tarantino es, sin ninguna duda, la película que lo encumbró como uno de los directores con más futuro en la industria. Esta analogía de historias cruzadas con la violencia como elemento común tiene de todo: tiroteos, situaciones cómicas y trágicas a partes iguales y algunos de los diálogos más brillantes de la historia del cine.
Contada en forma de narración no lineal, Pulp Fiction narra la historia de Jules (Samuel L. Jackson) y Vincent (John Travolta), dos sicarios que buscan un maletín robado a su jefe, la relación entre Vincent y Mia (Uma Thurman), la mujer de su jefe; así como la huida de Butch (Bruce Willis) tras estafar al gangster Marcellus Wallace (Ving Rhames).
Con un reparto de lujo (incluyendo a un Samuel L. Jackson estelar, a John Travolta, Uma Thurman o Bruce Willis), la herencia de Pulp Fiction y su influencia en la cultura popular es evidente. Obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes y reportó numerosos premios a Tarantino, entre ellos su primer Óscar. Además, fue la segunda vez que Tarantino realizó un cameo apareciendo en su propia película, esta vez con un papel más extenso que en Reservoir Dogs.
Lo mejor: el guion, las historias y los personajes son una obra maestra.
Lo peor: que no le diesen a Samuel L. Jackson el Óscar.
Hasta aquí una selección de las mejores películas de Quentin Tarantino, uno de los grandes directores de la actualidad y que ya forma parte de la historia del cine. ¿Nos hemos dejado alguna peli importante? ¿Debería estar Kill Bill en el top? ¿Alguna peli está infravalorada? Eso lo dejamos a vuestro juicio. Por nuestra parte, solo os recomendamos que veáis estas vacaciones Érase una vez…en Hollywood, que ya está disponible en Netflix.
