Para muchos, el «cine de autor» está asociado una clase de películas muy concreta. Películas con un presupuesto muy reducido; un reparto pequeño, con pocas localizaciones y ambientadas en una época actual. También suelen ser películas íntimas, con un ritmo lento, contemplativas y que invitan a la reflexión y la metáfora. Con El Caballero Verde, David Lowery ha conseguido cristalizar el «cine de autor» pero dotándolo de una épica, caracterización y puesta en escena que nos deja con la boca abierta.
Ojo por ojo, cabeza por cabeza
El Caballero Verde adapta el poema del Siglo XIV, Sir Gawain y el Caballero Verde que como parte de las leyendas artúricas, nos cuenta el viaje de Sir Gawain para cumplir su destino y luchar contra la tentación. Gawain es uno de los favoritos del Rey Arturo durante el final de su vida, pero aún no se ha ganado el puesto dentro de la mesa redonda. Sin embargo un día, un terrorífico caballero, verde como el musgo y las cortezas jóvenes, se presenta en la corte. El caballero verde propone un duelo muy especial: él se dejará golpear en primer lugar y le regalará su hacha a quien lo haga. Sin embargo, un año después esa persona deberá viajar y buscarle para recibir exactamente el mismo castigo.
Siendo conocedor de que estas oportunidades no se presentan dos veces, Gawain decapita al monstruo de un solo golpe. Todo son fiestas y vítores en la corte del Rey Arturo, pero el año se ha cumplido y ahora Sir Gawain de La Mesa Redonda deberá marchar a sellar su destino.
El Caballero Verde, una historia al servicio del arte
Desde que estrenase A Ghost Story, David Lowery se ha encumbrado como uno de los grandes directores del momento, cosechando premios y halagos de la crítica allá donde va. Sin embargo, la mayoría de sus películas no son para todo el público, necesitando el espectador de cierta educación para apreciar los matices y el mensaje que las envuelve. En ese sentido, El Caballero Verde posíblemente sea su película más exigente pero una de las que más disfrutarán su cada vez más grande grupo de seguidores.
El Caballero Verde no solo adapta un poema del Siglo XIV, sino que adapta su estilo, su espíritu y su sentir. La historia se desarrolla a un ritmo excesivamente lento, recreándose en cada plano y en cada gesto. Además está teñida de un aura onírica y de melancolía, captando esa estética de los poemas medievales. El viaje de Gawain está salpicado de pequeñas aventuras y anécdotas que no siempre añaden algo importante a la trama principal más allá de deslumbrar los sentidos.
Una fotografía maravillosa
Podríamos pausar cualquier momento de la película y obtendremos una postal impresionante. La fotografía de Andrew Droz Palermo es el principal atractivo, haciendo que la historia o la narrativa de la película sean simples subordinados del apartado visual.
Debido a ese carácter poético, épico, pero a la vez minimalista, las actuaciones están, en el mejor de los casos, contenidas. Al igual que pasaba en Dune, el intento de forzar una narrativa recargada, lírica y abrumadora despoja de emoción y empatía a todos los personajes. Dev Patel consigue al menos salvar los muebles en el tramo final de la película que además ofrece un broche agridulce perfecto para la historia.
El Caballero Verde no es una película para todos. Muchos irán buscando una historia medieval al uso y se sentirán decepcionados, pero si encontraron la película siguiendo los pasos de David Lowery o si simplemente quieren deleitarse con un apartado visual impecable, esta es su película.
El Caballero Verde puede verse en Amazon Prime Video
Dirección y Guion: David Lowery
Música: Daniel Hart.
Fotografía: Andrew Droz Palermo.
Reparto: Dev Patel, Barry Keoghan, Alicia Vikander, Ralph Ineson, Kate Dickie, Erin Kellyman, Joel Edgerton.
Duración: 130 minutos.
Plataforma: Prime Video.
