Laurent Cantet (Melle, Francia, 1961) es todo un veterano en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Desembarcó en el festival en 1999, con Ressources humaines que cosechó el Premio Nuevos Directores y prácticamente todas las películas de su filmografía han pasado por el festival, fuera o dentro de Competición Oficial. Este año llega con Arthur Rambo, una historia inspirada en el caso real de Mehdi Meklat, y en cómo la carrera de una persona puede destruirse en horas gracias a las redes sociales.
A pesar de ser los últimos del día y llevar una maratoniana jornada de entrevistas, Cantet nos espera relajado en la terraza del Hotel Maria Cristina de San Sebastián. Juguetea con un cigarro en los dedos mientras bromea que con el sol de la mañana en la cara, las fotos que les puedan hacer en la entrevista pueden quedar algo raras.
Inevitablemente, las preguntas de la entrevista orbitaron una y otra vez acerca de las redes sociales y la influencia que tienen en nuestra sociedad actual, comenzando por sí es posible la diferenciación entre la persona real y la que plasmamos en las redes. Aunque el protagonista de Arthur Rambo las utiliza como un juego, el director se pregunta «si no estaremos jugando a los aprendices de brujo y nos damos cuenta de la potencia y la importancia que van a tomar en nuestras vidas».
Las reglas de Twitter
Para Laurent Cantet esta película ha sido más difícil que muchas de sus películas anteriores, ya que tenía que enfocarla con un ritmo que coincidiera con el ritmo de las redes sociales.
La película se sale del ritmo habitual del director y uno de sus mayores decisiones es el cómo iba a plasmar la influencia de las redes en la pantalla. Su idea era que los tweets empezaran explotando en la película, para ir parasitando todo, hasta el punto de que no puedan ni leerse como un río de información. Esa situación se planteó desde el momento de la escritura de guión y el rodaje debía adaptarse y coreografiarse para la presencia de estos tweets.
La cultura de la cancelación también es un tema muy presente en la película. Es una cuestión muy complicada para el director, no sabe bien cómo reaccionar a eso. Para su protagonista, si el mundo supiera las reglas de juego de Twitter no habría ningún problema, pero finalmente lo que escribe es totalmente inadmisible. Cantet ha escrito el personaje con el fin de que pasemos de la empatía al rechazo, pero la película no pretende ser juez, si no mostrar esta situación en una serie de círculos (laboral, social…) y que sea el espectador quien juzgue.
Todo permanece en las redes sociales
En Francia, la distribuidora Memento Distribution ha realizado un dossier educativo sobre la película ya que el director está completamente en contra de la censura, pero cree que no se pueden utilizar las redes sociales sin educación. Es necesario entender que hay una conciencia y una moral y ayudar en esa distinción puede ser el interés humano de esta película. Para el director, actualmente no evaluamos el impacto de las palabras y pensamos que se olvidarán pero la memoria de la web es infalible, pase lo que pase, permanecen
«Estamos en periodo de radicalización, de ambos lados. Se acepta cada vez menos el discurso del otro». Aún así, Laurent Cantet no es completamente derrotista: «Esta sobresimplificación de los mensajes empobrece el pensamiento, pero quiero creer que vamos a resistir y que vamos a encontrar algo más complejo en las redes sociales. Es una herramienta maravillosa y ya es hora de que sea adulta»
La historia de Mehdi Meklat impactó mucho al director. Le gustaba mucho lo que había escrito, le seguía en la radio y era una persona que realmente quería conocer en persona. Le llamó mucho la atención el personaje que creó y sobre todo los mecanismos que le hacían funcionar y que . No buscó hacer un biopic ya que quería sentirse libre y ser responsable de todo lo que contar la película, sin comprometer a otra persona.
Con un definitivo «nosotros debemos ser adultos ante el medio, no dejarnos llevar por las redes» Laurent Cantet se despidió de nosotros para dirigirse hacia la rueda de prensa de la película. Arthur Rambo ha levantado buenas críticas y mejor aún, ha despertado una gran cantidad de debates acerca de las redes sociales y su uso, algo que sin duda era la intención del director.
