El director Robert Guédiguian estrena en cines Mali Twist
El director francés Robert Guédiguian estrena su nuevo largometraje Mali Twist, centrado en la Mali postcolonial de los años 60, mezclando la historia política con una historia de amor. La cinta se estrenó en el Festival de Cine de Valladolid, en la Sección Oficial de la SEMINCI.
Mali Twist llega a los cines el 8 de julio y en Moobys.es hemos podido hablar con el director del casting, de la producción y de música, mucha música.
¿La música forma parte de tu vida?
Robert Guédiguian: La música es esencial en la película, me habría gustado ser músico pero no pude por razones económicas, quería estudiar piano, me acuerdo porque fue doloroso, a mis padres les dolía que yo quisiera pero no era posible. No se nada como músico, pero no hago nada sin música y me gusta todo tipo de música, blues, música clásica, en el coche siempre pongo música, cuando trabajo, escribo, siempre con música.
Y siempre hay una herramienta para escuchar música.
¿Cuánto tiempo le dedicas a la música en tus películas? ¿Cuán de importante es?
R.G.: La música en películas es cara, en mis primeras no tenía, porque no tenía dinero, ahora me puedo permitir ciertas cosas fantásticas, por ejemplo, tengo a Bob Dylan, todo lo que me he gusta lo he podido utilizar ahora, pero es raro que coja antes del rodaje. En las otras películas es después, posterior al montaje.
La música como estado de ánimo en Mali Twist
R.G.: Sobre todo realizamos mucho trabajo con antelación para enseñarles a bailar, nadie sabia bailar esto, cursos y clases de baile, seis meses antes, cada dos o tres veces a la semana iban a clases. En la película es lo opuesto a la comedia musical americana.
Los protagonistas sabían bailar pero para que parezcan que sabian bailar mejor, había que montar, cortar y montar para que se vieran que bailaban muy bien.
¿Cuál ha sido el mayor reto al dirigir la película?
R.G.: Fue el montaje, el rodaje fue muy bien, los africanos estaba muy entusiasmados, trabajadores, todos tenían muchas ganas de hacer la película, entre franceses y senegaleses, un equipo muy grande.
Escenas hasta con 800 figurantes, pero fue fácil, todos estaban concentrados, lo hacían con alegría, nadie se quejaba. Trabajamos mucho, mucho en el montaje para que el equilibrio entre la historia de amor y el documento político llegasen a unirse. Fue muy laborioso ya además también te sitúas en el pasado, cuando habla con sus superiores y pasas al club bailando. Hay que calcular la dosis de cada escena.
¿Cómo fue el proceso de casting?
R.G.: Ahí buscamos dos chicos elegantes y guapos, buscábamos la belleza para encarnar esa etapa, ese periodo de Mali que fue tan bonito y quería que la gente entendiera porque no funcionó. Las agencias fueron en la calle a buscar y tardaron en encontrar a los protagonistas, fueron cuatro meses antes de encontrar a Lara, luego hicimos pruebas con cada uno de ellos, por separado y juntos, luego el baile o conducir la moto (mi propia vieja moto).
¿Cómo ves la vuelta al cine después de la pandemia?
R.G.: Espero que la gente vuelva al cine sinceramente, para que vea la película en buenas condiciones, porque el cine es un lugar colectivo, es un espacio público, la sala de cine es un ejemplo de democracia, dónde estamos todos juntos, todos reímos y/o lloramos juntos.
¿Cuál fue esa primera película que viste en el cine?
R.G.: Creo que fue Tarzán, fui con mi padre, mi madre se quedo en casa con mi hermanita, había que ver Tarzán y lo recuerdo perfectamente.
