Los festivales de cine son el mejor lugar para disfrutar de las propuestas más arriesgadas y originales de la industria española. Posiblemente muchos estéis pensando en en dramas oscuros y lentos, con un mensaje obtuso y ciertas pretensiones. Hay de eso sí. Pero Javier Polo nos ha traído algo original y arriesgado pero en un sentido completamente opuesto con Pequeños Calvarios.
Todos tenemos pequeños calvarios en nuestro interior. Cosas que quizás no son muy graves pero que nos llevan por el camino de la amargura. Quizás es que nuestros amigos no nos escuchan lo que nos gustaría. O quizás simplemente te molestan los vecinos cada vez que vas a hacer Yoga. Sin embargo, en un oscuro sótano habita un misterioso relojero que está todo el día escuchando un programa de radio donde la gente confiesa sus calvarios. Allí, tocando el reloj adecuado, es capaz de alterar las vidas de la gente.
Cuatro historias, cuatro calvarios
Pequeños Calvarios es una película formada por cuatro historias independientes, llevándonos de una a otra como si de un cuento se tratase. Son impactantes, rápidas y sobre todo, divertidas de ver. Todas tienen un toque de humor negro, de salvajismo y, hasta fantasía que te dejan con ganas de más. Todas las historias son surrealistas, absurdas, llevando al espectador a ese mundo extraño lleno de color.
Y es que eso es uno de las claves de la película: El color. Todo en Pequeños Calvarios está completamente saturado de colores. Desde el vestuario a la escenografía, el director de El misterio del Pink Flamingo consigue con muy poco destacar en cada fotograma.
El otro elemento clave es el impresionante casting de la película. gracias a esa composición episódica, tenemos grandes rostros en cada una de ellas. Arturo Valls, Enrique Arce, Andrea Duro, Vito Sanz, Berta Vázquez, Javier Coronas… Todos explotando de una forma genial su vis cómica.
Pequeños Calvarios es una cinta recomendadisima para ver algo diferente. Visualmente rompedora, provocadora y divertida, se trata de una gran película para darnos cuenta que nuestros pequeños dramas del día a día a lo mejor no son para tanto.
(Cuando terminamos la entrevista con Javier, tanto el director como nosotros teníamos una sensación de déjà vu extraña. No ha sido hasta la escritura de este artículo que hemos caído que hablamos con el directo hace casi una vida, en nuestro primer Festival de cine de Málaga, hace más de 10 años)
Pero ahora os dejamos esta entrevista que pudimos hacerle este año, junto al resto del reparto:







