Sesión salvaje de historia
Una tarde de viernes o sábado en una década ya lejana. No hay internet para ver películas bajo demanda en casa, y la televisión sólo tiene un puñado de canales. Así que el plan está claro: cola en la puerta del cine, con palomitas y bebida, listos para la sesión doble. Allí se pasan las horas, entre unas proyecciones que no...