Aquí nuestra opinión de la nueva película de Ryan Reynolds, DEADPOOL
Llegó el momento. Llegó San Valentín y la película más romántica del año. Nada de Cincuenta Sombras, ni de cuentos de hadas, el verdadero amor se conoce con Deadpool.
En el año de las películas de adaptaciones de cómic abre la veda el “héroe” más malhablado y maleducado de todos. Podríamos comenzar hablando de su incansable lucha negando ser un héroe pero es mejor hablar de la película (ya se basta él solito de convencernos durante la peli de lo malote que es).
Del cómic a la gran pantalla
Aficionados y frikis de los cómics ¿Queréis saber los parecidos y pocos parecidos con los cómics? Antes de seguir avisar, como amante de los libros sé que es imposible que una adaptación cinematográfica sea exactamente igual que lo que leemos. Puede ser por el precio de algunas cosas, porque no quede bien en pantalla, no se adapte a la trama o, sencillamente, no le guste a los encargados de llevar a cabo la película. Dicho lo cual tiene algunas diferencias con el cómic. Empezando por su creación. En ningún momento se habla de donde se ha extraído ese suero que le inyectan, así que puede provenir, o no de Lobezno. La locura… bueno, digamos que no era un hombre muy normal antes de ser mutado, y diferencia, lo que se dice diferencia, no se aprecia entre el Wade Wilson del principio y el del final. Los motivos por los que decide someterse a la intervención no son del todo los mismos, pero bueno, no habría peli de San Valentín sin esta adición. Desde ahí la película entera se mueve alrededor de esa operación super chunga, por lo que me detengo aquí en diferencias. (Decir que para nada ha conseguido cachivaches que le ayuden a teletransportarse).
Pero no podemos pasar por alto la diversión. Si te gusta el cómic a matar puede que te cabrees pero seguro que te ríes. Porque al igual que en el papel, tiene miles de referencias tintadas de humor negro a la cultura popular. Se ríe de sí mismo (háblese aquí del actor), de todo el mundo, de las malas costumbres, de las buenas, de las fiestas… ¿Gore? Sí, podríamos decir que saltan tripas, sesos, se amputan miembros (miembros… Ryan Reynolds desnudito), se empala a gente… y todo con su sonido necesario de “splash” y “crack”. Pero no podía faltar. ¡Sangre! Bromas aparte puede comenzar algo lenta, más de la mitad de la película es casi una escena estática, lo que no impide que la disfrutes, pero puede hacer que todo se relentice un poco. La intervención de los X-men queda algo… vacía, en ambas ocasiones, algo que o está planeado o de lo que el mismo guión (de Rhett Reese y Paul Wernick) se sabe reír. Y no es que no me guste, el contraste de la rectitud de la patrulla del profesor Xavier y la lengua viperina de Deadpool provoca muchas risas aunque no sean del todo necesario.
Y como no, Ryan Reynolds aporta mucho. Muy carismático, consigue ganarse a la audiencia solo por esa gracia que tiene para poder ponerle gestos a sus ocurrencias, el mayor problema es la máscara y que en España no va a estar en versión original. Se pierde ese deje gracioso y tonto de las conversaciones que rompen la cuarta pared. No se puede negar que se ha ganado al personaje. Nada de linternas verdes por aquí o seres megamutados cuyos brazos son espadas, es Deadpool y es difícil verlo de otra manera.
Se notan que los 58 millones que ha costado la película han sido muy estrujados, que es el primer largo de Tim Miller y que los actores estaban muy comprometidos con el filme. Morena Baccarin (Gotham), TJ Miller (Silicon Valley), Brianna Hildebrand, Ed Skrein (Juego de Tronos) y Gina Carano (Indomable) han disfrutado con una obra que te hace reírte desde el primer momento. Quizá no sea la mejor película de superheroes, quizá no sea una super adaptación de un superheroe pero sin duda no es lo que esperas de este tipo de películas. ¿Predecible? Depende de lo que consideres predecible. ¿Divertida? Sí, mucho, solo si tu humor acepta lo más creepy del mundo, no te importa reírte de algunos chistes sexistas, gores, macabros, humillantes y, esto es regla básica, no eres un niño. ¡No es de niños! (Sexo muy casi-explícito ¿cómo piensas explicárselo a tu sobrino de 8 añitos?)
Y después de todo esto.. ¡Chimichanga!
