Daredevil (SPOILER FREE)
Está claro que Daredevil es uno de los buques insignia del gigante multimedia que es Netflix. De hecho, cuando Netflix llegó a españa sus otras grandes series (Orange is The New Black y House Of Cards) eran exclusivas de Movistar+, por lo que la serie del Demonio del a Cocina del Infierno fue la principal baza en nuestro país. Con un éxito arrollador, tanto en crítica como en público, Daredevil posicionó a Marvel como un gran rival a tener en cuenta en el mundo seriéfilo. Con un plan tan ambicioso como en la pantalla grande, Marvel estaba dispuesta a crear series diferentes de cuatro o cinco personajes para después unirlas en una serie épica conjunta. Todavía falta mucho para ver esa imagen completa, pero las primeras piezas ya están sobre el tablero.
Daredevil: entre el negro y el gris oscuro
Es innegable que Daredevil es un buen cómic para mostrar una serie de superhéroes oscura y dramática. Quizás los Vengadores salven al mundo y Spiderman pueda encargarse de Nueva York, pero Daredevil tiene bastante con un barrio y a veces ni eso. El estilo visual y el ambiente asfixiante del barrio se acentúa más a medida que la trama se complica. El final de la anterior temporada dejó un gran (lit.) vacío de poder en la Cocina del Infierno, y el barrio está lleno de criminales encantados de llenarlo.
Sólo que ahora en ciudad hay otro vigilante que no tiene los escrúpulos de Matt en matar gente.
Si en la anterior temporada, el peso real de la trama se apoyaba en Matt Murdock, el joven abogado de un bufete sin recursos, en la segunda temporada, veremos al Daredevil más comiquero. El propio Matt se verá sobrepasado por la vorágine de su doble vida, viendo como lo que ha ido construyendo como abogado se va derrumbando por su inanición. A pesar de ello, la trama no sólo recae en el vengador enmascarado, sino que recurrirá a los incombustibles Karen Page y Foggy Nelson para aportar su esfuerzo (y también un poco de ligereza a la trama).
La temporada está dividida en dos partes muy diferenciadas, relacionada con cada uno de los personajes que hacen aparición. La primera parte, centrada en el personaje de Punisher, nos trae la brutalidad más descarnada a la Cocina del Infierno. Tantos reparos de matar tenía Matt en la temporada pasada y ahora este justiciero no solo no tiene ninguno, sino que parece que disfruta con ello. Por otro lado, la segunda parte de la temporada estará dedicada al personaje de Elektra. Ya podéis ir olvidándoos de la Elektra de la película, porque, aún con el origen cambiado respecto al cómic, ésta es la antihéroe ninja que conocemos del papel. Su trama llevará a Daredevil por el sendero más místico y espiritual, forzándole a tomar decisiones más allá de su ética para evitar a sus nuevos enemigos.
La fuerza de unos personajes bien construidos
Marvel-Netflix ha tenido muy claro desde el principio y en todas sus series que el principal pilar es escribir unos grandes personajes. Y si el reparto y la actuación acompaña, pues mejor aún. Daredevil consiguió que nos creamos de sobra a Charlie Cox, el cual recuerdo sobre todo de Stardust, en el papel de un ninja urbano ciego o que olvidemos el aspecto cómico de Elden Henson haciendo de Foggy cuando se pone serio. En esta temporada es este último quien más evoluciona del trío protagonista, disfrutando de grandes momentos de lucimiento. Por otro lado, el sorprendente personaje en la primera temporada que es Deborah Ann Woll como Karen Page da la sensación de que no han sabido manejarlo bien en esta, dejándola relegada un segundísimo plano la mayor parte del tiempo.
Pero más allá del trío protagonista, lo que engrandece esta temporada son los antagonistas. En primer lugar, a pesar de mis reservas con Jon Bernthal, creo que no podrían haber hecho un mejor Punisher. En el papel no es un personaje muy complejo, más allá de ser un tipo con conocimiento militar y muchas, muchas armas; pero a una serie como Daredevil le viene como anillo al dedo. Bernthal, con esas miradas, consigue darle sentido a un personaje tan alejado de la realidad como es Frank Castle. Por otro lado Elodie Yung también queda espectacular en su papel de Elektra Natchios, esa chica que sabes que no te conviene, pero no puedes evitar sentirte atraído. La mezcla de sensualidad y letalidad que demuestra es constante y nos deja claro que no estamos ante una niña rica que ha decidido estudiar artes marciales por puro aburrimiento.
Ahora toca ver si nos llegará primero la serie de Luke Cage o la de Puño de Hierro, pero lo que queda claro es que el Demonio de la Cocina del Infierno aún tiene mucho que decir.