Cristina cambió la historia, desafió las tradiciones de su época
Ser reina en el siglo XVII no tuvo que ser nada fácil pero si encima eres una mujer moderna y adelantada a tu tiempo posiblemente todos se pongan en tu contra.
Esta es la historia de la reina Cristina de Suecia (Malin Buska), una mujer que fue educada como un hombre, desafió las tradiciones de la época y cambió la historia. Tras la muerte de su padre en la guerra y tras ser apartada de los brazos de su madre, que había perdido totalmente la cabeza, Cristina es coronada reina de Suecia a la tierna de edad de seis años.
Desde pequeña mostró interés por la literatura, la ciencia y la filosofía, siendo su filósofo favorito René Descartes. A la edad de 18 años es coronada oficialmente como reina de Suecia y la película narra los diez años que ejerció el poder.
El film indaga en las relaciones que tuvo la reina con una de sus damas de compañía, la condesa Ebba Sparre (Sarah Gadon) aunque lo cierto es que se desconoce el verdadero alcance de la relación por falta de documentos, no se sabe si era algo platónico o un idilio real.
La película nos muestra una reina muy inteligente, amante de la paz y totalmente en contra del dominio masculino pero al mismo tiempo se trata de una mujer con un carácter fuerte y desconcertada por su sexualidad que tiene el corazón dividido entre sus deseos personales y lo que sabe que necesita su pueblo.
La actuación tanto de la actriz protagonista, Malin Buska, como de su dama de compañía, Sarah Gadon son increíbles pero si hay que ponerle alguna pega a la película sin duda sería algunos fallos de guión en los que el espectador que no conozca su historia se pierde fácilmente en el devenir de los acontecimientos.
Director: Mika Kaurismäki
Reparto: Malin Buska, Sarah Gadon, Michael Nyqvist, Lucas Bryant, François Arnaud, etc.