Sigourney Weaver recibirá el premio Donostia del Festival de San Sebastián el próximo miércoles 21 de septiembre. Y es que la actriz, tres veces nominada a los premios Oscar, es la gran estrella del festival donostiarra.
La neoyorquina, que cumplirá años el 8 de octubre, es hija de un gran ejecutivo de la televisión americana: el presidente de la NBC Sylvester “Pat” Weaver. Sus padres la bautizaron como Susan Alexandra, pero a los catorce años leyó la magistral novela de F. Scott Fitzgerald, El gran Gatsby, y cambió su nombre por el de Sigourney en honor al escritor y a un personaje que aparece mencionado una sola vez en toda la novela: Sigourney Howard, la tía de Jordan Baker.
Tras licenciarse en literatura inglesa en la Universidad de Stanford empezó sus estudios en la Escuela de Arte Dramático de la Universidad de Yale donde compartiría aulas con su compañera de promoción (y de colegio) la también actriz Meryl Streep (Memorias de África, La dama de hierro). Durante su época en Yale actuó en algunas obras de teatro hasta que llego su debut cinematográfico con una breve aparición en la obra maestra de Woody Allen (Delitos y faltas, Match Point), Annie Hall.
En 1979 llegaría el papel que convertiría a Weaver en una estrella. El prestigioso director Ridley Scott (Gladiator, Red de mentiras) eligió a la joven actriz para poner cara a la teniente Ellen Ripley en Alien. Su interpretación encandiló a la crítica y al público y le abrió definitivamente las puertas de Hollywood. A Alien seguirán otros éxitos como El año que vivimos peligrosamente de Peter Weir (El show de Truman), en la que compartiría escenas con Mel Gibson (Mad Max); o Los cazafantasmas de Ivan Reitman (El pelotón chiflado).
Para la secuela de Alien de 1986, dirigida esta vez por James Cameron (Avatar), volvería a ponerse en la piel de la teniente Ripley, consiguiendo su primera nominación al Oscar. Dos años después volvería a repetir en los Oscar nominada por su interpretación en Gorilas en la niebla de Michael Apted (Maters of Sex). El mismo año nos dejaría otra de sus grandes interpretaciones en Armas de mujer de Mike Nichols (A propósito de Henry), acompañada por Harrison Ford (Indiana Jones).
Tras una secuela de Los Cazafantasmas y una tercera parte de Alien, que pasaron sin pena ni gloria, llegaría La muerte y la doncella del director polaco Roman Polanski (La Venus de las pieles), otro éxito de público y crítica para Weaver y Polanski. A finales de la década de los noventa, destacaría en la película de Ang Lee (La vida de Pi) La tormenta de hielo, a la que seguirían un cúmulo películas menores hasta que James Cameron sorprendió, en 2009, a público y crítica con la ambiciosa Avatar, en la que Weaver compartió cartel con Sam Worthington (Al borde del abismo), Zoe Saldana (Guardianes de la galaxia) o Stephen Lang (No respires).
Estos últimos años hemos podido ver a Weaver en la peculiar cinta de terror de Drew Goddard (serie Daredevil), La cabaña en el bosque; en Luces rojas, la aclamada película del español Rodrigo Cortés (Buried); en la película bíblica de Ridley Scott (Gladiator), Exodus: Dioses y reyes; o en la tercera película del visionario director Neill Blomkamp (Distrito 9), Chappie.
El próximo año podremos volver a disfrutar de las interpretaciones de Weaver en Un monstruo viene a verme, la esperada película del director español Juan Antonio Bayona (Lo imposible). Hasta que podamos volver a estremecernos con la dirección de Bayona y la interpretación de Weaver, os dejo el tráiler de Un monstruo viene a verme.