Cafeína y ritmo
Es lo primero que piensa cualquier acreditado a la Berlinale o a otro festival cinematográfico. Los días empiezan muy pronto y una de dos: o no paras en todo el día y necesitas energía o tienes unos tiempos muertos donde hay que seguir haciendo cosas. Hoy ha sido uno de los segundos, con pases, ruedas de prensa y entrevistas.
Nuestro día arrancó con la película de Oren Moverman, The Dinner. Basada en el libro homónimo, la película plantea demasiados temas, tratándolos atropelladamente. En el marco de una cena de lujo entre dos hermanos (un Steve Coogan que roba todo el protagonismo a Richard Gere) y sus mujeres (Laura Linney y Rebecca Hall); mediante el uso y abuso de flashbacks de una manera un tanto confusa, The Dinner va construyendo relato sobre un conflicto filial y las consecuencias de los actos. La cinta trata demasiados temas para hacerlo bien ya que habla desde las relaciones familiares, la confianza de la adolescencia hasta el problema de las relaciones sociales de las personas con enfermedades mentales o la adopción. Con un principio bastante lento, cuando la trama comienza a ponerse interesante, The Dinner termina inesperadamente, dejando un mal sabor de boca.
Como no podía ser de otra manera, Richard Gere fue el principal blanco de las preguntas de la crítica en la rueda de prensa y aunque varios trataron de obtener un mensaje político del activista y actor, fue en la última pregunta, aparentemente inocente, donde decidió hablar de política. El actor americano dijo sin tapujos que fuerzas como Trump o las derechas europeas están consiguiendo que se confundan refugiados con terrorismo, haciendo que en los países del primer mundo se vea como enemigos a aquellos que huyen de su propio país habiéndolo perdido todo.
La segunda película del día fue la esperada T2 Trainspotting, del Danny Boyle. 20 años han pasado desde esa película que marcó a toda una generación y encumbró a Ewan McGregor corriendo por la calles de Edimburgo. Como sus propios actores reconocieron, Trainspotting fue una película muy importan que llegó de la manera y en el momento adecuado, por lo que era imposible volver a a hacer lo mismo. A pesar de ello el director inglés nos trae una cinta muy continuista con la anterior, repitiendo la misma fórmula sin ofrecer mucho más. Como mi compañera Verónica apuntó en su crítica, si te gusta una te gustará la otra, pero no puedes esperar de nuevo una cinta revolucionaria.
En la rueda de prensa Danny Boyle se desenvolvió como pez en el agua. Se mostró orgulloso de su película y más que contento de volver al festival que le dio el Oso de Oro y le permitió ganar un Oscar. En esta rueda de prensa las preguntas derivaron también a lo político, con temas como el Brexit inglés, al ir la gran mayoría de los escoceses se mostraron abiertamente en contra. El reparto y el director de mostraron divertidos y sorprendidos de las afirmaciones de varios periodistas que apuntaron que el gran éxito de Edimburgo entre la gente joven y los estudiantes se debía a la primera parte… teniendo en cuenta que la gran mayoría de la misma está rodada en Glasgow.
Para cerrar el día con un broche de oro, pudimos hacer nuestra primera entrevista del festival a Eduardo Casanova, Ana Polvorosa y Macarena Gómez por la película Pieles. Una entrevista conjunta en la que los tres rieron y se mostraron muy sinceros. Con solo 25 años, resulta impresionante que Eduardo Casanova haya podido estrenar su película en el festival de Berlín. La entrevista pasó entre broma y broma de una manera distendida y las actrices demostraron la de inquebrantable que tienen en el director y en su proyecto.