Eduardo Casanova, sus musas y PIELES
Admitámoslo, Pieles es una película rara. Rara en su planeamiento y rara en su ejecución. Pero precisamente con Pieles aprendemos que lo raro no es malo, que lo importante es el mensaje que hay debajo. Debajo de capas y capas de maquillaje, debajo de una estética sobrecargada y kisch, Pieles esconde historias de personas incomprendidas.
Pieles es una historia coral. Comienza con un hombre consumido por su compulsión y con una niña sin ojos que se ofrece por dinero. También continúa la historia que su director exploró en el corto Eat My Shit, el de la joven con su aparato digestivo literalmente al revés. Vemos a un chico que no acepta su cuerpo y una mujer que siente asco hacia el suyo. Por último, un trío amoroso entre una mujer con media cara deforme y sus dos amantes. Los personajes se entrelazan mostrando una trama sobre la aceptación o no del físico, sobre ver más allá y los problemas sociales de las personas físicamente diferentes.
Pieles: llega por la forma pero quédate por el fondo
La película de Eduardo Casanova va a dar mucho de qué hablar. Es muy posible que si en los primeros minutos no te engancha, te cueste cogerle el ritmo, pero Pieles es mucho más que una sucesión de figuras grotescas. Pieles requiere un pequeño esfuerzo consciente por parte del espectador para ver qué hay más allá, pero una vez se hace la película lo agradece. El director rompe con muchos tabúes, siendo intencionadamente escandalosa. Todo el aspecto visual de los personajes llama muchísimo la atención, pero a los pocos minutos has dejado de ver las prótesis. Posiblemente la exageración sea la mejor manera de provocar una reacción del público hacia las personas diferentes, hacia lo difícil de su situación en la sociedad.
Como no podía ser de otra manera, el trabajo de maquillaje es impecable. Hay que tener mucho valor para, por ejemplo, hacer que Macarena Gómez aparezca sin ojos, su rasgo más distintivo (y qué decir tiene de ponerle un culo en la boca a Ana Polvorosa), pero dentro de ese sueño rosa que es Pieles resulta hasta coherente. Además de los personajes, la película destaca mucho por su estética kisch y unos planos bastante potentes. Todo en la cinta es rosa o violeta, con muchos tonos pastel y un mimo en cada plano plasmable.
Con tan sólo 25 años, Eduardo Casanova ha presentado su película en la sección Panorama de la Berlinale. La producción de Alex de la Iglesia y Carolina Bang ha permitido dar alas al director con su proyecto y el trabajo actoral de amigos como Carmen Machi, Ana María Polvorosa, Macarena Gómez, Candela Peña y otros tantos ha permitido afianzarlo como un director a tener en cuenta.
Aquí nuestra entrevista con el reparto de PIELES