Carrera de San Jerónimo, Madrid. Julia (Carmen Maura), una agente inmobiliaria con aspiraciones frustradas por la realidad, intenta ser feliz en un matrimonio desastroso con su marido Ricardo (Jesús Bonilla), a través de volcarse en su profesión ocupando la casa que tiene que enseñar. Esta, pese a ser un piso con todas las comodidades imaginadas, se le resiste, sin llegar a entender el porqué. Tras varios clientes, una gran humedad, un incidente en la casa de arriba hace que suba, encontrando algo que el vecino protegió con su vida. Este curioso tesoro hace que Julia se mude definitivamente a la casa para protegerlo también de lo último que se espera que pueda atentar contra su vida: La comunidad de vecinos.
Así empieza la 5ª película de Álex de la Iglesia, una cinta que mezcla suspense y comedia a través de una trama que va adaptándose poco a poco a una situación esperpéntica hasta alcanzar el sello del director bilbaíno. Estrenada en el año 2000, tenía un reparto excelente que nos dio personajes como los ya mencionados Julia y Ricardo, junto con los famosos vecinos interpretados por Emilio Gutiérrez Caba, Terele Pávez, Enrique Villén o Eduardo Antuña, entre muchos otros que se alzó con varios premios, destacando sus 15 nominaciones a los Premios Goya en su XV edición, donde consiguió 3 de ellos Mejor actriz protagonista para Carmen Maura, Mejor actor de reparto para Emilio Gutiérrez Caba y Mejores efectos especiales y el Fotogramas de plata a Mejor película española.
La película, que también fue un éxito en taquilla, se convirtió en seguida en una de las cintas estrellas de la filmografía de de la Iglesia, donde se sigue manteniendo como tal. Mucho antes de abrir de El Bar (2017) que acaba de llegar a nuestras pantallas, y tras estrenar la ya clásica El día de la Bestia (1995) y probar suerte con una arriesgada y que desgraciadamente no tuvo buena recepción en taquilla Perdita Durango (1997), se metió de lleno en esta especial comunidad de vecinos, en la que podemos ver que el propio edificio es un personaje más. Una de las mejores señas de identidad de las películas del director que está presente en La Comunidad son las localizaciones. Las escenas en los tejados de Madrid, pasando por la frenética escena del forcejeo en lo más alto del Círculo de Bellas Artes sigue siendo recordada por los espectadores.
En definitiva, La Comunidad es una gran película que cualquiera debería ver, sobretodo los más adeptos a las películas de suspense, acción y, por supuesto, de Álex de la iglesia. Las puertas están abiertas. ¿Preparados para conocer a los vecinos?