El ciclo de la II Edición del Festival de Mérida en Madrid llega a su fin con Aquiles, el hombre. El Teatro Bellas Artes acoge los restos de madera y lanzas clavadas sobre arena para convertir el escenario en la playa de las costas de Troya, dibujando un espacio bélico donde se va a mover la obra en torno a la figura invencible: Aquiles.
Nueve años han pasado desde que comenzó la guerra entre los aqueos y los troyanos. La indestructible ciudad de Troya comienza a pasar a un segundo plano en la mente de Aquiles (Toni Cantó), donde abandona ese aura divina para moverse en la razón del ser humano, un luchador que se detiene a reflexionar por el sentido de la guerra.
Cantó, reencarnado en Aquiles, toma la responsabilidad de ser el eje central de la obra. El resto de personajes accionan a partir de su figura, que se muestra más cercana que nunca y nos lleva a unos pensamientos que se podrían aplicar actualmente. La guerra se convierte en un conflicto interno cuando Aquiles se encuentra en medio de la balanza: dejarse llevar por sus sentimientos u obedecer al destino.
Roberto Rivera coge uno de los vértices de la Ilíada para convertirlo en el núcleo de su obra, dirigida por José Pascual, que nos ofrece una visión contemporánea de un héroe pacifista, cuestionándose las cosas sucedidas hasta entonces. La guerra no es más que una cosecha de cadáveres que no lleva a ninguna parte. ¿Dónde está la necesidad de toda esa barbarie? Con la muerte de Patroclo (Octavi Pujades), Aquiles muestra su lado vengativo, pero es capaz de llegar a una conclusión tan humana que lo aleja de la figura de héroe griego.
La obra se convierte en un juego de siluetas y personajes divagando a ningún lado, a la espera de que se cierre un ciclo que parece que no llega a su fin. La playa, herida por las lanzas, se presenta como la antesala de la guerra. El telón de fondo transparente y rajado supone la puerta al enfrentamiento, situando el escenario como una zona de seguridad dónde Aquiles desarrolla sus más íntimos pensamientos. Esa transparencia refleja la sombra de los guerreros que se entrelazan con la música y el espacio. La importancia de la iluminación perfila el desarrollo de la historia. El rojo constante de fondo es una invitación a la batalla. Los guerreros al cruzar ese umbral desaparecen, como si la luz se hubiera adueñado de ellos mismos.
El personaje de Aquiles abandona la Grecia clásica para instaurar sus pensamientos en la sociedad actual, ofreciéndonos la visión de un héroe que se puede identificar con cualquier mortal. A través de sus conflictos llegamos a un paralelismo con el ser humano, que lo alejan de esa figura mítica para acercarse a nosotros más que nunca. Sin duda alguna, un héroe del siglo XXI.
Reparto: Toni Cantó, Ruth Díaz, Pepe Ocio, Philip Rogers, David Tortosa, Rubén Sanz, Óscar Hernández, Miguel Hermoso, Lourdes Verger y Octavi Pujades.
Dramaturgia: Roberto Rivera, basado en La Ilíada de Homero
Dirección: José Pascual
Música original: Luis Delgado