El cine es la perfecta fusión de palabra e imagen, y las películas que consideramos obras maestras son visualmente poderosas.
Y es que aunque no siempre seamos conscientes de su trabajo, la labor del director de fotografía es imprescindible en una película. Su trabajo, en constante contacto con el director, consiste en seleccionar una parte de la realidad encuadrando la imagen y decidir con qué objetivo, distancia, altura, diafragma, movimiento de la cámara…narrar la historia.
La forma que tenemos de ver las películas se la debemos al médico inglés John Ayrton, que demostró gráficamente la persistencia retiniana, es decir, la permanencia e la retina de una imagen durante una décima de segundo, lo que nos permite seguir viendo durante ese tiempo objetos que no tenemos ya delante. Él creo el taumatropo, disco con dos caras pintadas y dos cabos fijados en los extremos que al girar se fusionan. Después apareció el zootropo, el praxinocopio, el revólver fotográfico…y Edison que tras inventar el telégrafo y el fonógrafo crea en 1891 el kinetoscopio, aparato que permite ver películas de 17 segundos. Los hermanos Lumière se fijan en este invento y lo mejoran, creando la cámara cinematográfica en 1895, que funciona con película de 35 mm. El inicio del cine tal y como lo conocemos.
La importancia de una buena fotografía en el cine
Son muchas las películas que no recordamos tanto por su argumento como por su imagen, su forma particular de contar una historia a través de ellas. Algunas memorables sin duda son Cantando bajo la lluvia, El Padrino o La lista de Schindler, ya clásicos.
Pero también se hacen películas con muy buena fotografía ahora, como las que recomendamos en esta selección:
1. Amélie (2001)
Amélie es una película adorada por muchísima gente, no sólo por su historia, sino también por la composición de la película. Colores, lugares, objetos…Amélie es considerada la película con mejor fotografía de toda una década y un referente del cine francés.
2. Sin City (2005)
Adaptación del cómic, la película de Robert Rodríguez causó sensación en su estreno por el uso del color, o la falta de él en algunas escenas y la estética en general de la película. Más allá de si la película era o no una buena adaptación, es indudable el buen trabajo que se hizo en la parte fotográfica, dejando al espectador mudo.
3. El árbol de la vida (2011)
Lo que más llama la atención de esta película no es su impresionante reparto, encabezado por Brad Pitt, es también un soplo de aire fresco a nivel visual, la historia de alguna manera pasa a un segundo plano y son las imágenes las que hipnotizan al espectador. La cámara se acerca a los personajes de forma íntima y aporta planos imposibles, picados y contrapicados, planos de sombras reflejadas en el asfalto, colores vivos…un trabajo impresionante de Emmanuel Lubezki.
Otro trabajo de Emmanuel Lubezki, que a pesar de tener apenas 50 años ya ha sido nominado seis veces a los Oscar por títulos como Sleepy Hollow, Los hijos de los hombres o El árbol de la vida. Con Gravity lo consiguió, se llevó por fin la estatuilla. En Gravity destaca especialmente la escena inicial, 13 minutos en los que la luz cambia constantemente, plano a plano, inolvidable para el espectador.
5. Gran Hotel Budapest (2014)
La comedia de Wes Anderson centrada en un hotel y sus clientes destaca por su magia visual, con una estética que llama poderosamente la atención. Con una condición visual que encaja perfectamente con su director, El Gran Hotel Budapest muestra una estética pulida y retro muy pensada, con especial atención al vestuario, maquillaje y escenarios. La historia está cargada de color y de una mezcla de “pasado moderno” que inevitablemente causa nostalgia al espectador.