La intriga llega A ciegas.
En 2015, Josh Malerman, cantante y compositor de la banda de rock The high strung nos sorprendía con una novela negra: A ciegas. Malerman nos cuenta la historia de Malorie, una joven que junto a dos niños tendrá que emprender un viaje en busca de la supervivencia.
Una serie de acontecimientos empiezan a alertar a todos los ciudadanos de que algo extraño está sucediendo. Tras cinco años, las cosas en la Tierra han cambiado. Malorie se ve obligada a vivir encerrada en una casa junto a otros supervivientes, pero el rumor de que hay una zona segura cruzando el río llega a sus oídos. Sin saber realmente si aquello es cierto, se lanza a la aventura y decide salir del que, durante esos años, se había convertido en su refugio. Todo parece sencillo pero, ¿y si os digo que tendrá que hacerlo con los ojos cerrados?
¿Qué encontrarás en el libro?
Malerman nos cuenta una historia en dos líneas temporales. Una de ellas se sitúa en un presente en el que Malorie vive sola junta a dos niños encerrada en una casa saliendo únicamente para coger agua del pozo. Para poder salir tendrá que cubrirse los ojos antes. La segunda línea temporal será en el pasado, cinco años antes, en el que empiezan a ocurrir cosas extrañas. Pero es un pasado en el que Malorie convivía con más gente y en el que no había que taparse los ojos para poder vivir. El uso de dos tiempos hace que se mantenga la intriga a lo largo del libro saltando del pasado al presente. Mantiene la tensión y las ganas de conocer qué es lo que ha ocurrido para que hayan llegado a esa situación.
El hecho de que los personajes tengan que vivir sin poder descubrirse los ojos, hace que el libro tenga una gran cantidad de descripciones. Aunque a veces esto pueda resultar pesado para el lector, ayuda a ponerte en la piel de los personajes y sentir que estás dentro del libro.
Si tengo que poner alguna pega a la novela sería en el final. El libro va creciendo de intensidad en cada capítulo manteniendo la intriga y enganchando al lector deseoso por conocer más. Sin embargo, cuando terminas el libro y sabes cuál es el final, te sabe a poco, esperando algo más impactante.