Coco llega a los cines como uno de los platos fuertes de cine infantil para estas navidades. El largometraje número diecinueve de Pixar nos lleva a un pueblo de Mexico el Día de los Muertos, en el que un joven iniciará una aventura en pos de lograr su sueño a pesar de las ideas de su familia. Dirigida por el veterano de la compañía Lee Unkrich (Toy Story 3, 2010) es una película de una belleza soberbia y que realmente consigue emocionar al espectador.
Y es que aunque evidentemente ha tenido sus altibajos, Pixar es sinónimo de calidad. Con cinco Premios Óscar en su haber y otras trece nominaciones, lo mínimo a esperar es una película buena. Y Coco es mucho más. Visualmente es una delicia de contemplar, llena de detalles y jugando con los colores de forma casi mágica. Pero lo visual no es todo (sólo hay que ver ese producto hueco llamado Avatar). Sin un buen guion todo queda en agua de borrajas. Por suerte, este film tiene una historia acorde a su nivel visual.
Pixar nos tiene acostumbrados a historias con fondo y moraleja, y ésta no es menos, Es una historia profunda y con matices, donde lo terrible se vuelve entrañable y las ideas sobre lo conocido cambian mediante el entendimiento. Además combina comedia con drama y acción de forma fluida, sin sobrecargar al espectador. Quizá la mayor pega que se le pueda poner a la película es que su complejidad hace que su público objetivo, que vienen a ser los niños, no la entiendan del todo bien. Pero los padres sin lugar a dudas la van a disfrutar sin problemas.
Se leen comentarios por ahí diciendo que esto no es más que un producto pensado para acaparar más mercado mejicano. Yo os digo que la gente debería tener menos prejuicios. Si todas las películas que se hiciesen «orientadas a un público concreto» estuviesen realizadas como Coco, con tan buen hacer, cariño y detalle, bienvenidas sean. Seguramente un nuevo clásico para la historia.
Director: Lee Unkrich, Adrian Molina
Interpretes: Anthony Gonzalez, Gael García Bernal, Benjamin Bratt
Fecha de Estreno: 1 de Diciembre