Después de 10 años, Lucrecia Martel vuelve con Zama
La autora argentina Lucrecia Martel vuelve tras 10 años desde su última película con Zama, una adaptación de la novela homónima que narra la historia de Don Diego de Zama, un funcionario español del siglo XVII que espera en Asunción a ser trasladado a Buenos Aires, donde se halla su familia.
La directora, una de las más reconocidas del cine latinoamericano, nos trae una nueva obra a la carteleras tras sus películas La Ciénaga (2001), La niña santa (2004) y La mujer sin cabeza (2008), esta vez una adaptación de la novela Zama de Antoni Di Benedetto escrito en 1956. El cuarto trabajo de Lucrecia Martel mantiene el tratamiento personal que la autora da a sus obras, y ha sido seleccionado como representante del cine Argentino para la gala de los Óscar de este año.
La historia gira en torno a Diego de Zama, un hombre letrado que otrora fue altamente respetado pero que tras tantos años atrapado en la colonia empieza a caer al abismo de la desesperación y el desapego. Interpretado por el actor Daniel Giménez Cacho, se trata de un personaje que ya casi ha perdido la esperanza y que no logra escapar de la cárcel paradisíaca que le rodea. La ambientación tropical de la película nos deja estampas de ensueño, entre vestuarios de época, plantas exóticas y animales salvajes. La representación de la época histórica en la que se sitúa Zama no es sólo buena en cuanto a su diseño de producción, sino que juega un papel esencial a la hora de transmitirnos las sensaciones que Martel busca con la película.
En la época colonial, el esclavismo, la apropiación cultural, el racismo, la violencia, el sexo y las penuras estaban a la orden del día, conformando un ambiente altamente enrarecido y tóxico que no deja respirar al protagonista. A esto contribuye enormemente la cinematografía de Zama, con planos que no se centran en los personajes, encuadres aparentemente desordenados, juegos con la profundidad de campo y el uso del espacio off. Los sonidos y las imágenes muchas veces buscan provocar reacciones sensoriales en el espectador más que describir situaciones de manera pormenorizada y realista. El uso de una música anacrónica para la época en la que se ambienta Zama deja clara ciertas reminiscencias a algunas lecturas contemporáneas que quizá Lucrecia Martel quería destacar en su obra.
Zama es una película de ritmo lento y pausado, en la que existen diversas interpretaciones que van más allá de lo formal y lo aparente. Lo difícil que resulta empatizar con los personajes o conectar con su historia es probablemente deliberado, buscando que nos sintamos tan perdidos y ajenos como Don Diego de Zama.
Dirección: Lucrecia Martel.
Reparto: Daniel Giménez Cacho, Lola Dueñas, Matheus Nachtergaele, Juan Minujín…
Estreno: 26 de enero.