Se estrena en España el 10 de agosto
Todos hemos sufrido en algún momento las molestias de tener un vecino que se queja de nosotros o ante nosotros, ya sea por el ruido de la televisión, los ladridos de nuestro perro o incluso las molestias en general que le supone tenernos como vecinos.
Por desgracia es algo inevitable al convivir con otras personas, ya sea en el mismo edificio de pisos, ya sea en una casa contigua. Y de eso precisamente nos hablan en Bajo el árbol, una comedia negra islandesa en la que vemos hasta dónde pueden llevarnos estas pequeñas rencillas con nuestros vecinos, a lugares en ocasiones surrealistas.
Bajo el árbol empieza contándonos la historia de un hombre, que tras ser acusado de adulterio por parte de su prometida, es obligado a volver a casa de sus padres. Así, mientras lucha por la custodia de su única hija, de cuatro años, se ve inmerso en la disputa de sus padres con sus vecinos acerca de un árbol.
Lo que empieza como un simple malentendido sobre el árbol y la sombra que da en la parcela vecina, poco a poco se complicará de maneras inesperadas. La película utiliza el humor negro como arma para narrar una situación en ocasiones sin sentido en el que ambas familias pagan sus frustraciones entre ellos, haciendo que una simple diferencia de opiniones adquiera tintes dramáticos e incluso peligrosos.
Bajo el árbol nos sirve en parte para reflexionar acerca de todas esas cosas a las que siempre damos extrema importancia y que no la tienen, así como la necesidad de enfrentarse a los problemas de frente, según llegan, en vez de ir enterrándolo día a día hasta finalmente explotar en el momento más inesperado.
La película utiliza el humor negro como arma para narrar una situación en ocasiones sin sentido en el que ambas familias pagan sus frustraciones entre ellos, haciendo que una simple diferencia de opiniones adquiera tintes dramáticos e incluso peligrosos.
Destaca en la película sin duda la madre del protagonista, al ser la principal instigadora de esta guerra entre vecinos que se les va de las manos, así como su protagonista, que a pesar de sentirse perdido y agotado de tener que volver a casa de sus padres y abandonar prácticamente todo lo que había construido, sigue siendo la parte más cuerda de todas, esa que intenta evitar el conflicto con los vecinos a toda costa y tranquilizar a sus padres, intentar que su relación prospere.
La película nos deja entrever que el árbol que le da nombre en realidad es una metáfora de todas esas cosas que tienes que dejar ir pero no sabes cómo hacerlo, en este caso un hijo desaparecido al que ningún miembro de la familia olvida y de alguna manera cerrar ese capítulo.
Director: Hafsteinn Gunnar Sigurðsson.
Reparto: Steinþór Hróar Steinþórsson, Edda Björgvinsdóttir, Sigurður Sigurjónsson, Þorsteinn Bachmann, Selma Björnsdóttir, Lára Jóhanna Jónsdóttir.
