Miguel del Arco dirige Jauría
Son las 3 de la mañana del 7 de julio de 2016, las fiestas de San Fermín. Ellos son cinco y son La Manada. El más joven y miembro más reciente debe pasar por su rito de iniciación. Tras cruzarse con una chica en el centro de Pamplona, se ofrecen para acompañar a la joven hasta su coche. Pero, en el camino, uno de ellos accede al portal de un edificio y llama al resto para que acudan. Agarran a la joven y la meten en el portal. El resto ya es historia.
Debido al éxito y gran acogida que tuvo Jauría tanto por parte del público como de la crítica, esta impresionante obra vuelve al Pavón Teatro Kamikaze hasta el próximo 2 de febrero. A partir de las transcripciones del juicio realizado a La Manada, Miguel del Arco dirige este impactante obra de teatro que no dejará a nadie indiferente. Se trata de una ficción documental a partir de un material muy real -demasiado real incluso- que nos permite viajar dentro de la mente de víctima y culpables.
Un juicio en el que la denunciante es obligada a dar más detalles de su intimidad personal que incluso los propios denunciados. Un caso que remueve de nuevo el concepto de masculinidad y su relación con el sexo de nuestra sociedad. Un terrible hecho que ha marcado un antes y un después, todavía hoy sigue siendo tema de conversación.
Una historia que te deja rota por dentro
Tenía muchas ganas de ver Jauría, pero obviamente también un poco de miedo y, por qué no decirlo, de respeto al tratarse de un tema tan delicado y por desgracia actual. No es algo fácil de plasmar sobre las tablas sin caer en la burla, el drama o los tópicos y prejuicios. Ahora que he tenido un poco de tiempo para digerirla -porque sí, hace falta reflexionar mucho después de verla-, creo que es una obra de crítica social bastante importante y necesaria. Es una realidad tan impresionante y dura que hasta te dan ganas de llorar o incluso de salir corriendo de la sala y no volver nunca más, pero no lo hagas, porque te perderás una gran representación.
Jauría dura 1 hora y 25 minutos que pasarás con un nudo en el estómago y una angustia enorme, aunque eso sí, sin poder dejar de mirar lo que está pasando en el escenario y de analizar toda la situación. Lo peor es que es todo tan real que duele solo de pensar en la sociedad en la que vivimos.
No voy a contar cómo empieza, pero tan solo el principio ya te remueve por dentro y te mete totalmente en la historia poniéndote la piel de gallina, literalmente hablando. Por suerte o por desgracia, Jauría está tan bien hecha que ya solo el primer minuto es doloroso y demoledor. Conozcas o no la historia es muy fuerte verlo representado tan de cerca y de forma tan creíble. La mejor palabra para describir esta obra sería sin duda impactante.
Interpretación inolvidable de María Hervás
Además, las interpretaciones no podían ser mejores, te los crees a todos todo el rato, tanto que hasta te dan ganas de subir al escenario para abrazar a María Hervás y gritar a los hombres que la están haciendo sufrir. La desgarradora interpretación de la actriz hace que te rompas y te consumas un poco por dentro cada vez que hace una declaración. Prácticamente todo el peso de la obra recae sobre ella y se merece todos los premios y reconocimientos de teatro que puedan existir. Por su parte, Martiño Rivas, Álex García, Ignacio Mateos, Raúl Prieto y Fran Cantos también hacen un trabajo impresionante y admirable al ponerse en la piel de esas personas de forma tan realista.
La intensidad del texto de Jordi Casanovas y la forma que ha tenido de organizar los hechos no podía ser más sobrecogedora. Al igual que la dirección de Miguel del Arco, que sabe cómo hacer una obra tan de actores y tan delicada e impactante como esta. Y cabe mencionar también la sencilla escenografía, que con solo unas sillas y un cubículo que representa el portal donde ocurrieron los hechos ayudan mucho a sentirte totalmente dentro de la horrible narración de estos hechos reales.
Director: Miguel del Arco.
Reparto: María Hervás, Martiño Rivas, Pablo Béjar, Álex García, Raúl Prieto, Javier Mora, Ignacio Mateos, Fran Cantos y Franky Martín.
Duración: 85 minutos.
Teatro: Pavón Teatro Kamikaze.
