Lo nuevo de Beda Docampo
Muchos han sido los problemas que el mundo ha atravesado en este 2020, que no hace falta recordar en estos momentos. Esto ha ocasionado que varios estrenos programados en meses anteriores, hayan sido pospuestos para que su taquilla no se viera mermada. Pues bien, en julio los cines de España vuelven a abrir sus puertas, lo que conlleva que los estrenos semanales irán apareciendo poco a poco en nuestra taquilla.
Uno de estos estrenos es la cinta dirigida por Beda Docampo Feijóo y protagonizada por Gonzalo de Castro entre otros: La maldición del guapo. Una comedia a dos manos entre España y Argentina cuyo tráiler pudimos ver hace no mucho. La verdad es que ese avance pintaba muy bien y nos mostraba lo que podría ser una cinta muy entretenida con un gran reparto como reclamo.
Ya he tenido la oportunidad de verla, ya os adelanto que es una cinta entretenida pero que a mí parecer presenta más problemas que soluciones. Ahora sí, comencemos a hablar de La maldición del guapo.
Una historia que no aporta nada nuevo
En esta cinta española se nos presenta a Humberto (Gonzalo de Castro), un hombre seductor y estafador a partes iguales que lleva una vida tranquila en Madrid siendo dueño de un bar tras haber cumplido condena por una antigua estafa que le costó la relación con su hijo Jorge (Juan Grandinetti), con el que no habla desde hace años. Un día, Jorge se verá obligado a pedir ayuda a su padre al ser víctima de un robo en la joyería en la que trabaja.
La cinta nos presenta la típica historia de hijo odia a padre que hemos visto miles de veces pero dándole un giro de tuerca al más puro estilo Ocean’s Eleven.
La diferencia es que la película carece de cualquier encanto más allá del aportado por el reparto que sí que brilla en cada secuencia, sacando lo mejor de una historia simple que no aporta nada nuevo ni al género ni al cine español. Creo que se buscaba un proyecto entretenido de cara al verano pero más allá de su primera media hora, el entretenimiento es inexistente o al menos a mí, no me ha terminado de encajar como espectador.
El guion está escrito de forma demasiado lineal y creo que se dejan fuera cosas que hubieran sido interesantes de ver, como por ejemplo el pasado de Humberto. Dándonos quizás una película más dramática y no tanto una comedia al uso que no tiene mucho que ofrecernos. Aunque esto obviamente es cuestión de gustos y lo que a mí no termina de gustar, a otros les encantará. Aunque no creo que este sea el caso porque puede resultar una película olvidable.
Gonzalo de Castro está de sobresaliente
Lo único rescatable de la cinta y es algo que ya he comentado antes, es el reparto. Que cuenta con grandes nombres como Gonzalo de Castro, Malena Alterio, Juan Grandinetti, Roberto Álamo y podría seguir así hasta quedarme sin aliento. Como podéis ver, son actores de renombre que gustan mucho en España y en países como Argentina por ejemplo, por lo tanto, puede que logre tener cierto éxito en taquilla contando con este reparto que es una maravilla.
A resaltar, un Gonzalo de Castro que está soberbio y cuenta con una química brutal con Ginés García Millán que es una delicia de ver en pantalla. Solamente por ver esto, ya merece la pena la entrada al cine porque sus secuencias son las que mejor están construidas e interpretadas.
La maldición del guapo no termina de encajar
En líneas generales, La maldición del guapo es una comedia que no tiene nada nuevo que mostrar pero que sí puede resultar entretenida si quieres pasar un rato en el cine y alejarte un poco de la realidad.
Es una cinta corta, de hora y media que a mitad del film sí que es cierto logra remontar bastante y puede resultar hasta agradable. Aunque a mí, en lo particular me ha resultado un producto que no termina de encajar. Se demuestra así que en cine y televisión no todo vale.
Director: Beda Docampo Feijóo.
Reparto: Gonzalo de Castro, Juan Grandinetti, Malena Alterio, Cayetana Guillén Cuervo, Ginés García Millán, Carlos Hipólito, Andrea Duro, Roberto Álamo.
Género: Comedia.
Duración: 91 minutos.
Fecha de Estreno: 10 de Julio de 2020.
