Un sobresaliente Gary Green
Después de realizar varios vídeos musicales y diversos cortos Ryan Kruger presenta su primer largometraje en la 53º edición del Festival de Sitges. Fried Barry es la primera película del director, donde se atreve a mezclar todo tipo de elementos para crear una cinta única y extravagante llena de colorido y escenas icónicas. Gracias a esto consigue una producción prometedora y probablemente, una de las más locas en lo que va de año.
Barry es un adicto a las drogas que lleva una vida bastante mediocre y ruin. Después de llegar al éxtasis con una de sus últimas salidas es abducido por una nave alienígena. Allí experimentarán con él y será suplantado por uno de los aliens. El alien atrapado en el cuerpo de Barry experimentará la vida humana en todos los ámbitos, observando el exterior y el comportamiento de las personas.
El arte de Ryan Kruger
Fried Barry en un primer momento parece una mezcla entre Mandy y Under the skin, pero a medida que avanza la película nos damos cuenta de que nada tiene que ver con eso y quizá esa comparación le quede un poco grande.
La cinta en sí es bastante destacable en ciertos aspectos, pero por otra parte, podría decirse que es una auténtica incongruencia en su totalidad. El argumento de la película, si se puede llamar así, es prácticamente inexistente.
A pesar de estos pequeños inconvenientes, es innegable que la dirección artística de la producción es toda una joya, una auténtica creación y locura a nivel visual. Ryan Kruger consigue con Fried Barry una explosión de sensaciones en el espectador, acompañada de una banda sonora cuando menos inquietante, que hará que cualquiera se meta en la película de lleno.
A destacar la increíble interpretación de Gary Green, sobre el que recae absolutamente todo el peso de la producción, logrando una actuación brillante llena de matices e ingredientes que dejarán estupefacto a todo aquel que consiga deleitarse con Fried Barry.
En conclusión Fried Barry no es una película para todos los gustos pero sí una a la que dar una oportunidad. Definitivamente es un conjunto de sinsentidos que ofrece algo más allá de una simple historia.
Director: Ryan Kruger.
Guion: Ryan Kruger.
Reparto: Gary Green, Chanelle de Jager, Joey Cramer.
Género: Ciencia ficción. Terror.
Duración: 99 minutos.
