La serie, que consta de 8 capítulos, se estrenó el viernes 25 de diciembre en la plataforma
En agosto de 2017 Netflix dio un golpe de la mesa al lograr que Shonda Rhimes se desvinculara de Disney y firmará un acuerdo de colaboración exclusiva con la plataforma. Tres años después y en plenas navidades se estrena Los Bridgerton, la primera serie de Shondaland para Netflix.
Se trata de la adaptación de la longeva saga literaria escrita por Julia Quinn que nos cuenta la historia de esta familia, Los Bridgerton, una mujer viuda y sus ocho hijos en el Londres victoriano. La ficción muestra cómo viven y se relacionan lo hombres y mujeres de la alta sociedad londinense, pero lo hace aportando altas dosis de sentido del humor y cinismo, así como una voz en off (Julie Andrews) que le da a la ficción el toque necesario para convertirse rápidamente en una adicción y que irremediablemente recuerda a Gossip Girl. Sí, un culebrón de primera.
Con ocho capítulos de aproximadamente una hora de duración cada uno, Los Bridgerton es rápida de ver que se consume con mucha facilidad donde destaca especialmente su increíble producción y su forma de reinventarse en conceptos tan importantes para una serie de este estilo y esta época como la moda por ejemplo, al aportar un estilo muy característico y único a cada uno de sus personajes.
Una temporada dividida en dos partes
A pesar de contar con pocos capítulos, la temporada se divide claramente en dos fases muy diferenciadas, un movimiento arriesgado pero acertado al mismo tiempo.
La serie comienza con la presentación de Daphne Bridgerton (Phoebe Dynevor) en sociedad y sus primeros pasos para lograr obtener un buen matrimonio. Aunque la red de intrigas y chismes orquestrada por la aristocracia es muy interesante (especialmente con la aparición de la misteriosa Lady Whistledown, cuyos periódicos revelan los escándalos de la alta sociedad). Si bien es cierto que comienza a cansar a partir del tercer capítulo, momento en el que se cierra ese arco narrativo y comienza uno nuevo más centrado en sus dos protagonistas principales, Daphne y el duque de Hastings (René-Jean Page). En este segundo arco argumental se dan a conocer nuevas situaciones.
De hace 200 años, pero muy actual
Aunque se trata de una serie que nos habla del Londres de la época victoriana, lo cierto es que alude a temas muy actuales como el patriarcado, que por desgracia no ha cambiado tanto en dos siglos, así como la autoafirmación de las mujeres o el feminismo.
Temas de interés actual que son tratados con mucho acierto y conversaciones muy necesarias aún a día de hoy.
Las historias de la época victoriana relacionadas con la clase alta suelen tener una perfección que las hace un tanto cursi. Es posible que sean los bailes, el vestuario, o quizá la forma de hablar de los personajes. Pero cualquiera que haya leído un libro de Jane Austen conoce la ironía que encierra esa versión del mundo donde las mujeres valen tanto como su dote y los hombres son prácticamente perseguidos por un ejército de madres que intentan endosarles a las hijas.
En Los Bridgerton esta situación se torna cómica y al mismo tiempo desesperante en el caso de Daphne, que por ejemplo a pesar de ser maltratada por uno de sus pretendientes casi es obligada a casarse con él con tal de no perder su virtud. Una situación que a las mujeres de hoy les parecerá increíble, a la par que no podrán evitar sentir la misma impotencia que la protagonista.
El peso de la trama cae sobre los protagonistas principales
Los principales protagonistas de la serie tienen una química innegable que hace que recaiga sobre ellos el peso de la trama. Aunque tiene todo el sentido del mundo, puesto que después de todo son los protagonistas, el hecho de no dar suficiente peso a los personajes secundarios hace que el interés por la trama londinense se resienta un poco durante la segunda mitad de la temporada al alejarse de sus personajes principales.
A pesar de que hay multitud de personajes secundarios y muchos de ellos merecen más protagonismo y profundidad en sus historias, da la sensación de que su función principal es complementar a los protagonistas en vez de aportar por sí mismos a la serie.
Aunque Netflix aún no ha anunciado la renovación de la ficción, lo más seguro es que el resto del reparto adquiera más protagonismo en las demás entregas.
Dirección: Sheree Folkson, Alrick Riley, Julie Anne Robinson, Tom Verica.
Guion: Chris Van Dusen, Sarah Dollard, Janet Lin, Abby McDonald, Joy C. Mitchell, Julia Quinn.
Reparto: Phoebe Dynevor, Regé-Jean Page, Golda Rosheuvel, Jonathan Bailey, Luke Newton, Luke Thompson, Claudia Jessie, Nicola Coughlan, etc.
Género: Romance. Drama.
Duración: 60 minutos / 8 capítulos.
Plataforma: Netflix.
