Para muchos, Bruja Escarlata y Vision fue un auténtico golpe en la mesa por parte de Marvel. Con esa metaserie sobre el dolor y la pérdida disfrazada de homenaje a la sitcoms se demostraba que no todo era «la fórmula Marvel» dentro de la empresa, que se podía arriesgar un poco y salir reforzados. Sin embargo, Marvel’s M.O.D.O.K. es una triple vuelta de campana que solo puede ser un exitazo o caer rápidamente en el olvido.
Esta review solo incluirá detalles del primer capítulo, evitando en mayor medida spoilers.
M.O.D.O.K., toda la maldad en la forma de un bote de refresco
Para todos aquellos ajenos al cómic, M.O.D.O.K. es prácticamente un desconocido. Realmente no es su nombre, si no el acrónimo de Mobile/Mechanized Organism Designed Only for Killing; Organismo Móvil/Mecanizado Diseñado Solo para Matar en español. Su aspecto físico es el de una gigantesca cabeza encajada en una silla voladora, con unos bracitos y piernas casi vestigiales. Tiene una inteligencia sobrehumana, poderes psíquicos e incluso a veces es capaz de lanzar rayos por la cabeza. A pesar de esos poderes y estar pensado como una amenaza de primer nivel, su aspecto extravagante le ha llevado a ser ridiculizado en varias series de cómic y posiblemente sea lo que le ha hecho protagonizar esta serie.
En Marvel’s M.O.D.O.K. nuestro personaje es el líder de I.M.A (Ideas Mecánicas Avanzadas, pero ignorad el grupo de Iron Man 3), una organización secreta que busca dominar el mundo al más puro estilo James Bond o, yendo a la comedia, Austin Powers. Lanza hordas de secuaces vestidos con su característico traje amarillo a luchar contra los Vengadores pero al final del día, M.O.D.O.K. es un tipo más normal de lo que parece.
Tiene una casa corriente en las afueras, saca la basura todos los días, su hijo tiene el pelo de su madre y su hija la cara de su padre. Es difícil ser un genio maligno cuando el departamento de finanzas te exige cuentas, la rival en la empresa parece que le falta un tornillo y tu familia te lo pone difícil…
Marvel’s Robot Chicken para casi todos los públicos
Si después de unos minutos estás torciendo la cabeza pensando que el estilo stop motion de Marvel’s M.O.D.O.K. te suena, efectivamente, se trata de una serie de dos de los creadores detrás de Robot Chicken, Alex Kamer y Eric Towner. El espíritu de Robot Chicken se puede ver en cada plano de la nueva producción de Marvel, pero han sabido alejarse de las burradas y del humor +18 de ésta, centrándose en refinar tanto el guion como la animación.
Mientras que la serie de Adult Swim reutiliza muñecos de acción con bocas de papel, la animación de M.O.D.O.K. combina la animación 3D más sofisticada con la animación tradicional hasta el punto de no saber dónde empieza uno y acaba otro. Algo parecido pasaba en la Lego Película, que siendo completamente de animación, se forzaba un aspecto más realista.
El reparto de la nueva serie de Disney
La serie cuenta con un gran reparto en su versión inglesa. Patton Oswalt (Ratatouille) da vida a M.O.D.O.K., el nunca mejor dicho cabeza de familia, con Aimee Garcia (Lucifer) haciendo de su mujer Jodie, Melissa Fumero (Brooklyn Nine‑Nine) como su hija Melissa y Ben Schwartz (Sonic, la película) como su hijo pequeño Lou. Además en cada episodio podremos escuchar a cameos de voz como el que hace Jon Hamm (Mad Men) en los primeros minutos del primer episodio.
Mediante un estilo que puede recordar a clásicas series de animación de humor como Padre de Familia o Los Simpsons pero que tiene unos ecos muy grandes de Gru, Mi villano favorito, M.O.D.O.K. nos presenta una familia disfuncional, con un protagonista especialmente absurdo que se encuentra en medio de la crisis de la mediana edad. Y al igual que pasaba con la saga Gru, son los minions, también anónimos y enfundados de amarillo, los que tienen los mejores chistes.
Marvel’s M.O.D.O.K. es una serie extraña, que cae un poco en terreno de nadie al no ser una comedia tb bestia como la serie de la que vienen sus creadores ni una serie como la que nos ha acostumbrado Marvel. Se trata de otra muestra más de que los superhéroes son mucho más que un subgénero dentro del entretenimiento. Como decía al principio del artículo, es una triple vuelta de campana y aunque a algunos pueda no gustarle, no se puede hacer otra cosa que reconocerles el mérito de haberlo intentado.
