Cuando uno lleva varios años yendo a festivales de cine, empieza a escuchar una serie de nombres de cineastas imprescindibles o «de culto». Personas que hacen las delicias de la prensa especializada pero cuyas películas no terminan de encajar para el resto de espectadores, a veces ni siquiera llegan a salas de cine. Grandes nombres, cineastas de gran calidad y dilatada experiencia que sólo resuenan en los pasillos de los festivales de cine.
La búsqueda de la paz y el amor de Benediction
Fotografía: Verónica
Terence Davies es uno de esos nombres de los que no había oído hablar hasta que no pisé el Zinemaldia. Con más de 10 películas a sus espaldas a lo largo de los últimos 20 años, Davies es un director que ha sabido hacer un cine contemplativo y poético. Hace unos años pudimos hablar en persona con él cuando presentó Sunset Song y nos ganó como persona y por la pasión que le da a su trabajo, primando la estética y la emoción.
Si bien es cierto que las películas de Davies no son famosas por tener mucho ritmo ni ser cortas, por lo que las casi dos horas y media de Benediction eran casi lo esperado. La película retrata la vida del poeta británico Siegfried Sassoon, famoso por sus poemas en contra de la I Guerra Mundial y con una vida personal controvertida entonces por sus amoríos con otros hombres.
En Benediction conviven esos dos relatos, mezclándose menos de lo que gustaría. El discurso antibelicista se refuerza con gran cantidad de imágenes de archivo, mostrando lo horrible y absurdo de la guerra, mientras que la historia de la búsqueda del amor de Sassoon quizás da vueltas de más sobre el mismo tema. Eso sí, la sensibilidad tranquila de Davies lo empapa todo.
Después de la película pudimos entrevistar al actor Jack Lowden (Maria Reina de Escocia, Dunkerque), protagonista de Benediction, quien reconoció el enorme honor que suponía interpretar a Sassoon, un poeta que se estudia en las escuelas escocesas y más si la historia iba a estar dirigida por Terence Davies. Él es un novato en festivales de cine y estaba sorprendido por el cálido recibimiento del Zinemaldia.
Arthur Rambo: el peligro de las redes sociales
Fuente: Golem Films
Otro director con mucho renombre dentro del circuito de los festivales cinematográficos es Laurent Cantet, que presentaba en primicia su nueva película Arthur Rambo. Cantet es de esos directores cuyas películas no pasan desapercibidas, cosechando siempre premios y nominaciones, como Foxfire, la última que presentó en San Sebastián en 2018.
En Arthur Rambo, Cantet hace un discurso acerca de lo dañinas y tóxicas pueden ser las redes sociales y recordando la historia real de Mehdi Meklat, un escritor de renombre que fue denostado en redes después de descubrirse una cuenta alternativa donde ponía mensajes racistas y antisemitas. Cantet cuenta con ritmo una historia de grises, y nos hace que nos planteemos constantemente la culpa del protagonista y nos ofrece un buen debate a la salida de la sala.
Les Intranquilles, la dificultad de convivir con problemas mentales
Fuente: BTEAM Pictures
Sin duda el día ha girado alrededor grandes nombres de festivales. Joachim Lafosse estrenó en 2015 Los caballeros blancos, por la cual consiguió la Concha de Plata al Mejor Director. Ahora nos trae una dura historia familiar, sobre una pareja que se quiere y que tiene un hijo en común, pero que tienen que soportar los ataques del trastorno bipolar que el marido sufre cada vez que tiene que trabajar como pintor.
Una historia dura, claustrofóbica y frustrante a partes iguales, que hace un buen discurso acerca de las enfermedades mentales y lo difícil que es luchar contra ellas. También resulta una historia ambigua, ya que está tratada desde muchos ángulos ya que ni la mujer es la santa sufridora que puede parecer ni el marido es el eterno enfermo.
En entrevista, Lafosse nos dijo que precisamente toda la película está inspirada en su infancia en casa, en cómo su padre perdía los papeles y cómo su madre, aún queriéndolo, no soportaba vivir con él.
Pronto podéis disfrutar de todas las entrevistas en nuestro canal de YouTube.
