El umbral, cortometraje de Javier Carneros Lorenzo
En Moobys tuvimos el placer de hablar con el director y guionista Javier Carneros Lorenzo de su primer cortometraje El Umbral que se pudo ver en el Festival de Sitges.
Hablamos con el director del mensaje importante que proyecta el corto sobre la falta de viviendas accesibles, las personas que no tienen un lugar donde pasar la noche y que cada vez (lamentablemente) es más difícil tener una casa propia.
En el cortometraje nos encontraremos con Mery (Carolina Lapausa) y Óscar (Nico Romero), una pareja que se encuentra a un vagabundo dentro de su edificio en pleno centro de Madrid. Mientras ambos debaten qué deben hacer, veremos como esta «persona» va tomando forma y se cuela dentro del departamento, pasarán una situación incómoda y que será trascendental en sus vidas.
El Umbral es sin duda una historia llena de muchos mensajes que ha querido relatar su guionista y director Javier Carneros Lorenzo, a continuación la entrevista.
Javier has trabajado mucho como productor, ¿qué te llevó a dar el salto al cine y con este primer cortometraje?
En mi caso, dedicarme al cine es vocacional y el salto a la dirección lo estoy viviendo como
un proceso muy natural. En mi época de estudiante de cine dirigí mi corto de escuela, y
luego realicé un documental. La vida luego te lleva a trabajar y especializarte, y en mi caso
tuve la suerte de recalar en Apaches donde Belén Atienza y Enrique Lavigne me fueron
dando oportunidades y acabé firmando como productor muchas de los proyectos que
acometimos. Fue una época muy intensa de crecimiento y experiencias valiosísimas, y
llegado el momento, vi natural retomar los esfuerzos por levantar proyectos propios y
atender a esa espinita que nunca acabas de sacarte.
Escrito y dirigido ¿por qué elegiste El umbral qué te inspiró?
El Umbral nace de un hecho real. Alguien se había colado en nuestra escalera a pasar la
noche, refugiándose del frío de una noche invernal. Y fue a partir de las reflexiones que
me produjo, que vi la posibilidad de convertirlo en una historia. Aquello que cuenta el
cortometraje es el resultado de ver como un problema tan genérico se materializa en la
puerta de tu casa, y cómo lidiamos con él y los sentimientos encontrados que nos
provoca.
Es un cortometraje con numerosos mensajes, pero para ti ¿qué representa?
Para mí EL UMBRAL habla de dos umbrales. El de la puerta de nuestra casa, y el de la indigencia. El primero lo damos por sentado, pero no como un derecho, sino casi como un status que no nos es tan propio como pensamos. Y el segundo es algo que nos es ajeno. No imaginamos lo cerca que estamos de vernos en esa situación, y por eso precisamente no se despierta la empatía con los que la sufren. Cuando te quedas sin casa, siento que se te pegan muchos otros adjetivos a parte de indigente; Vago, sucio, yonki….y tengo la
impresión de que se culpabiliza a la victima y se crea un terror la población. Pero no el
miedo lógico de que te pueda pasar a ti, sino el menos lógico de que te ataquen.
En los personajes se despliegan estas ideas preconcebidas y es por eso que su manera de actuar es tan ambigua. En este sentido, el género es un gran vehículo de estas ideas,
porque podemos convertir nuestros miedos reales en fantasías que nos enseñan las
lagunas de nuestro comportamiento.
La idea central era ver cómo ignoramos a un indigente porque no estamos lo
suficientemente atentos para entender que podemos ser cualquiera de nosotros.
¿Crees que actualmente es más fácil o más difícil que antes dirigir?
Parir ficción es más fácil que nunca. Hasta tik tok está lleno de “microrrelatos”. Otra cosa
es dirigir en la industria, y ahí creo que no ha cambiado mucho la cosa. Dirigir requiere de
una iniciativa, talento, habilidades y relaciones que lo hace algo muy exclusivo. Ya no
digamos producir, que es una actividad heroica.
Uno de los mensajes más relevantes para mí, es la poca empatía que podemos tener por las personas sin hogar, el derecho a tener una vivienda digna y que últimamente vemos numerosas familia siendo desahuciadas, ¿qué piensas al respecto?
Esa falta de empatía puede venir del estado de anestesia en el que las clases acomodadas
han ido profundizando. Nuestro bienestar no puede adormilarnos, porque vivir ajenos a la
precariedad de otros solo hará que nuestro bienestar no dure, y es curioso como para
mucha gente esto es paradójico, cuando en realidad es evidente.
Por último ¿Hay tanto contenido en plataformas y cine, crees que es demasiado para el espectador o lo contrario, qué tenemos más dónde elegir?
Es curioso poner el foco en el espectador, cuando entiendo que por el espectador, cuanta
más oferta mejor. Pero la explosión de contenido tiene más que ver con una cuestión de
viabilidad en términos económicos y tecnológicos, y por otro lado con una cuestión
cultural. La cultura es un activo nuclear de cualquier sociedad y el problema se me antoja
más de invasión cultural. Porque cada vez hay más, pero menos diversificado, y ahí, sea o
no consciente el espectador, es donde vamos teniendo menos donde elegir.
