Lo primero que llama la atención de Eva ha muerto es la escenografía: un actor desnudo y un montón de tierra a modo de lecho de hojas secas. Bajo ese lecho yace Eva. Sobre él, Adán llora la muerte de su amada, empujado por Dios a la vigilia para relatar hora tras hora su historia de amor y pérdida. Los truenos y las trompetas...