Pronto nuestra video crítica de X-Men: Apocalipsis
«Las terceras partes nunca son las mejores» sentencia Jean Grey en un momento de la película. Resulta terrible pensar que el equipo de X-Men: Apocalipsis ya era consciente de la calidad de su trabajo antes de terminar de grabarla. Con Días del Futuro Pasado, Bryan Singer consiguió hacer el mejor trabajo hasta la fecha en la franquicia mutante (ya que ha dirigido 4 de las 6 principales) y consiguió redimir la franquicia del desastre que supuso X-Men: La Decisión Final, pero con Apocalipsis el director ha puesto el piloto automático completamente.
[CRÍTICA SIN SPOILERS, LEED TRANQUILOS]
Apocalipsis de corchopán
Los X-Men ya no existen y Magneto huyó después del incidente de Washington. Es 1983 y parece una nueva era de paz en el mundo pero Apocalipsis, el grande En Sabah Nur ha despertado de su largo letargo. Ahora el Profesor Xavier y una nueva generación de X-Men, con Jean Gray y Cíclope a la cabeza deberán evitar su plan de extinción mundial.
Poco más se puede decir del argumento y no porque adelante hecho a la trama, sino porque no hay mucho más que añadir. La historia de la película es simple y lineal como ella sola, pudiendo dividirla en dos partes diferenciadas. La primera parte viene a ser una serie de escenas de reclutamiento/presentación de las nuevas caras y una segunda de enfrentamiento final. Aunque Bryan Singer sigue manteniendo la trilogía original como punto de destino de esta película, no duda en cambiar los orígenes de ciertos personajes a conveniencia del guión. De las dos horas y media que casi dura X-Men: Apocalipsis, casi la mitad se usa para esta puesta en situación, y a pesar de ello, muchos personajes apenas están bosquejados en dos dimensiones. El caso más sangrante es el de los lugartenientes del villano, a los cuales no logramos comprender ni su trasfondo ni sus motivaciones.
Sin ser desastrosa, ya que aún con un ritmo pausado, no aburre en demasía, sí que resulta completamente convencional y toda la cinta está estructurada como antesala de la gran pelea que llegará con Apocalipsis. Un enemigo que ya en su diseño, convence poco (con un traje y maquillaje, digno de los Power Rangers), pero viéndolo en pantalla, menos. Soy el primero que opina que no hace falta villanos con unas motivaciones muy complejas ni un lado antiheroico como los villanos que tanto están de moda, pero si absolutamente todo lo que va a ocurrir gira a su alrededor, Apocalipsis carece de profundidad.
Ordenador por aquí, ordenador por allá
Fox ha tirado la casa por la ventana en el aspecto técnico, dotando a la película de una espectacularidad y unos efectos de nota. Hasta el punto que a veces da la sensación de estar viendo un videojuego de última generación o una película de animación antes que una de acción real. Lamentablemente en el apartado emocional, ya sea por guión, dirección o actuación, X-Men Apocalipsis transmite poco o nada.
Por supuesto no todo iba a ser malo, ya que insisto, no es una película terrible. Quicksilver, una vez más vuelve a salvar la película cada vez que sale en pantalla y protagonizando la escena más espectacular y divertida. Por otro lado, la breve pero intensa aparición de un cameo estelar se agradece gratamente, al respetar ese aspecto de los cómics al menos. James McAvoy también mantiene un protagonismo claro en la película, llevando todo el peso dramático, dejando a los personajes de Jennifer Lawrence o Michael Fassbender un poco más vacíos de contenido.
Este año la franquicia de los superhéroes muestra claros síntomas de agotamiento, ¿sabrán verlo los estudios a tiempo?