‘The Rock’ vuelve un año más, esta vez con «Un espía y medio«, estrenada el 8 de julio
Hay muchas formas de afrontar una carrera cinematográfica de éxito. Todas ellas válidas, claro está, y es que el bueno de Dwayne Johnson (1972, California) lleva más de diez años pululando por Hollywood en obras de mayor o menor calado, tras su retirada de la lucha libre. Acción, drama y comedia son sus géneros predilectos, y tras el estreno de Un espía y medio, que protagoniza junto a Kevin Hart, desde Moobys repasamos la prolífica carrera del cineasta norteamericano.
Primer contacto con la gran pantalla
Tras su aparición en el exitoso programa Saturday Night Live, junto con otras estrellas de la WWE, Hollywood llamó rápidamente a la puerta de Dwayne Johnson para ofrecerle papeles en diversas películas. Su debut coincidía precisamente con uno de sus momentos de mayor popularidad en el cuadrilátero, dando inicio a su carrera con un breve pero intenso papel en El regreso de la momia (2001). El éxito de la cinta en taquilla fue superior a lo esperado, de modo que un año después protagonizaría El rey escorpión en solitario, un spin-off poco inspirado, simplón pero entretenido.
Con su adiós a la lucha libre en 2004, ‘The Rock’ pasó a concentrarse en su carrera cinematográfica, oscilando entre comedias descafeinadas y películas con grandiosos efectos especiales. Desde entonces, el afamado personaje ha puesto su sello en más de 20 películas, entre las que se encuentran notables dramas como La vida en juego o su aparición en la saga Fast and Furious a partir de la quinta entrega. Su estilo a lo largo de los años no ha variado demasiado, siendo criticado en más de una ocasión por no ser un actor labrado a la antigua, debido a un éxito cinematográfico ligado más a su fama como luchador que a sus dotes interpretativas.
Con todo, un seguro de vida
Pese a quien le pese, la aparición de Dwayne Johnson en el cartel de una película dispara automáticamente la cotización de la misma en taquilla, independientemente de su calidad o de su argumento. La popularidad auspiciada en sus años de luchador ciertamente han dado sus frutos, logrando algún que otro récord guiness por el camino (mayor sueldo de un actor debutante, por los 5 millones de dólares que recibió por El regreso de la momia) y el beneplácito de los aficionados a la acción desenfrenada.
Sin embargo, en lo que a capacidad dramática e interpretativa se refiere, Dwayne pertenece a esa generación de actores más conocidos por sus músculos y serio semblante que por su talento. Ejemplos de este tipo hay muchísimos, y sería injusto increparle por el simple hecho de provenir del mundo del espectáculo. Otros con mayor experiencia han logrado resultados bastante peores en comparación, por lo que catalogar entre actores buenos y malos, en este sentido, sí que sería algo injusto. En el caso de Dwayne Johnson, cada producción suya es sinónimo de entretenimiento, por lo que Un espía y medio se antoja como una buena oportunidad de divertirse en el cine este verano.