El director ‘gigante’
Culpado por no pocos cinéfilos de ser el padre del convencionalismo contemporáneo, no cabe la menor duda de que Steven Spielberg es uno de los cineastas en activo más talentosos e influyentes, tanto en su faceta de director como de productor. Su particular y eficiente mezcla de técnica y ritmo le han catapultado al éxito en más de una ocasión, ganando dos veces el Óscar a mejor director por La lista de Schindler y Salvar al Soldado Ryan y acumulando hasta siete nominaciones a ese mismo premio a lo largo de los años.
Tras haber dirigido más de 30 películas desde los años 70, no es tarea fácil recopilar solamente cinco de sus trabajos. Pero aquí nos gusta mojarnos, y conmemorando precisamente el estreno de su última obra, Mi amigo el gigante, os dejamos con este Top 5 de sus mejores películas… con alguna sorpresilla.
1. La lista de Schindler
Pocos directores habrían podido alcanzar, dentro de un retrato tan delicado y desolador, excelencia cinematográfica semejante a la que consiguió Spielberg con La lista de Schindler (1993). Rodada en un magnífico blanco y negro, la trama, que avanza de manera reposada entre las magistrales interpretaciones de Liam Neeson, Ralph Fiennes y Ben Kingsley, construye el drama del Holocausto desde un profundo y sentido respeto a los judíos, recordando e ilustrando una de las épocas más terroríficas de la historia. Además de su incontestable éxito en taquilla, la película también sirvió para reconciliar a Spielberg con la Academia, que honró su espectacular trabajo con hasta 7 premios Óscar.
2. Salvar al soldado Ryan
Gracias a una de las mejores introducciones de la historia del cine bélico, con Salvar al soldado Ryan (1998) Spielberg dejó a un lado el convencionalismo para abrazar de lleno la crudeza de la II Guerra Mundial. Un grupo de soldados, entre los que se encuentra un soberbio Tom Hanks, tiene la misión de avanzar a través del frente y poner a salvo al soldado James Ryan (Matt Damon), tras la muerte en batalla de sus tres hermanos. Por el camino, el silbido de las balas y los proyectiles se solapa con el dilema de los protagonistas, que no ven sentido alguno a la misión. Con esta cinta, además de redefinir el propio género, Spielberg logra no solo un hilo narrativo chispeante y eficaz, sino profundizar en sus personajes de manera muy efectiva y realista.
3. Tiburón
El primer éxito comercial de Spielberg fue también el gran culpable de que, por aquel entonces, muchos bañistas se lo pensaran dos veces antes de meterse en el agua. Tiburón (1975), aunque normal y corriente en lo argumental, destacó a la hora de presentar a un demonio de los mares cuyo mayor efecto emocional descansaba en su ausencia. Muy pocas veces aparecía el animal, dejando al espectador con el miedo en el cuerpo, a lo que contribuía y mucho la banda sonora de John Williams. En definitiva, un clásico del suspense del cineasta americano, efectista y responsable de su meteórico ascenso a la fama.
4. En busca del arca perdida
Puede que no sea la mejor de la saga, pero En busca del arca perdida (1981) devolvió el protagonismo perdido al cine de aventuras y sentó cátedra de manera inmediata, combinando acción e intriga con personajes desbordantes de carisma. El argumento es lo de menos, tan solo hay que sentarse y admirar una puesta en escena y un ritmo narrativo inmejorables, en donde Harrison Ford borda el papel que terminaría de catapultarlo al estrellato. Sin lugar a dudas, un clásico del cine moderno que se ganaría por derecho propio el amor incondicional de millones de espectadores.
5. Atrápame si puedes
Este Top podría acabar de muchas formas (Minority Report, E.T., el extraterrestre, El Color Púrpura, Munich…), pero Atrápame si puedes (2002) merece un hueco como una de las grandes olvidadas en la filmografía de Spielberg. Protagonizada una vez más por Tom Hanks, agente encargado de dar caza a un Leonardo DiCaprio jovencísimo y brillante, el afamado director logra una vez más dar forma a un drama inteligente con sucesivos y suaves toques de comedia, construyendo un producto que rebosa puro entretenimiento de principio a fin. Lástima que no sea mejor recordada en las retinas cinéfilas, porque el trabajo realizado en Atrápame si puedes, tanto de dirección como de interpretación, es sobresaliente.