Lo nuevo de Cuarón en Netflix
Estamos acostumbrados a que el contenido original de Netflix, en lo que a largometrajes se refiere, se conforme de películas de terror, comedias para adolescentes o simplemente películas que no tienen toda la calidad que potencialmente podrían tener (salvo raras excepciones). Pero Roma, de Alfonso Cuarón, ha venido a cambiar el juego y a poner patas arriba la industria del cine.
Netflix acepta una apuesta arriesgada con Roma.
Mucho se ha hablado en los últimos años de las películas realizadas por las plataformas de streaming: su contenido y calidad, su distribución en salas, su participación en festivales internacionales. Para zanjar el tema e intentar encontrar el equilibro que la industria andaba buscando, Netflix acepta una apuesta arriesgada con Roma, una película de más de dos horas, en blanco y negro y rodada en español y mixteco. ¡Y no les podría haber ido mejor!
Roma narra unos meses de la vida de Cleo, la empleada del hogar de una familia de clase media-alta mexicana a principios de los años setenta. Así de sencillo. Sin aventuras espaciales ni la humanidad en peligro de extinción. Cuarón regresa a sus orígenes con una película sencilla y auténtica, casi treinta años después de su debut, en los que ha tenido tiempo para dirigir, escribir, llevar a cabo encargos y, sobre todo, aprender y evolucionar todo lo posible para aunar en este largometraje técnica, talento y pasión, con un maravilloso reparto en el que destaca principalmente la principiante Yalitza Aparicio.
Roma supone una pieza fundamental para entender el cine contemporáneo, y probablemente el futuro del cine.
Compuesta en gran parte por planos largos, contemplativos y en su mayoría generales (con la fotografía dirigida también por el propio Cuarón), la película se caracteriza por su ritmo lento y pausado, especialmente durante la primera mitad. Pero a pesar de ello, el mexicano se las apaña para crear numerosos momentos cautivadores con los que es imposible retirar la mirada de la pantalla. Logra el efecto a veces perdido del cine de conseguir que nos olvidemos de que hay un artefacto y una elaboración detrás de todo lo que estamos viendo, como si las cosas estuvieran pasando por primera y única vez delante de la cámara y nosotros fuéramos los afortunados espectadores en el sitio y momento apropiado para poder contemplarlas.
Roma es una pieza fundamental para entender el cine contemporáneo.
La vida y la muerte, como dos partes inseparables e inexorables de nuestra existencia, tienen lugar ante nuestros ojos en la cinta, que reflexiona también sobre el poder que tenemos para tomar decisiones en nuestras vidas, sobre las cosas que nos son impuestas y sobre nuestra voluntad para enfrentarnos a todas ellas. Diferentes clases sociales, diferentes situaciones vitales y diferentes reacciones ante ellas, todas plasmadas con pasión y, sobre todo, verdad durante las dos horas y quince minutos que dura la película.
En definitiva, Roma supone una pieza fundamental para entender el cine contemporáneo, y probablemente el futuro de la industria, como obra clave del cine de autor financiada por una plataforma para grandes masas. Quién sabe si en unos meses veremos a Cuarón alzarse con el Óscar a mejor película, así como el perteneciente a mejor película extranjera, haciendo una vez más historia para el cine mexicano y, por primera vez, para Netflix.
Director: Alfonso Cuarón.
Reparto: Yalitza Aparicio, Nancy García García, Marina de Tavira, Marco Graf, Daniela Demesa, Enoc Leaño.
Estreno: 14 de diciembre de 2018.
Duración: 135 min.